Junior clasificó. Sin bombos ni platillos, pero pasó. El equipo rojiblanco igualó este miércoles 1-1 ante Blooming, en el estadio Metropolitano, e hizo valer su triunfo 2-0 en el juego de ida en Santa Cruz para avanzar a la fase de octavos de final de la Copa Sudamericana.
No fue la mejor presentación del ‘Tiburón’, que sigue sin ganar (ya suma cuatro encuentros sin conocer la victoria y ante rivales inferiores en el papel), algo que ya debe revisar con lupa el técnico Giovanni Hernández.
El de ayer fue un partido de trámite o por lo menos así lo asumió Junior, que pasó del control absoluto del juego a darle aire a un rival sin ideas, que pudo dar una que otra sorpresa en el gramado del ‘Coloso de la Ciudadela’.
Junior volvió a ir de más a menos, como ante Fortaleza, cometiendo los mismos errores de aquel encuentro: pasividad innecesaria, penales tontos, errores individuales en zona defensiva y falta de puntería en las muy escasas opciones claras que creó.
En la primera parte, la pelota tuvo un solo dueño, Junior. A partir de ahí, el equipo barranquillero comenzó a tratar de generar fútbol, utilizando a Sebastián Hernández como eje en la zona medular y a Vladimir Hernández como el enlace para conectarse con los atacantes. No obstante, faltó profundidad, velocidad e intensidad.
En una jugada colectiva, el ‘Tiburón’ se fue adelante en el marcador. Habilitación clara de Vladimir y definición perfecta de Yony González, que anota su segundo tanto consecutivo con Junior (marcó en la derrota 2-1 frente a Fortaleza).
Con la serie, al parecer, definida, los locales volvieron a quitar el pie del acelerador y se dedicaron a controlar al rival en su campo, sin presión, sin hacer un esfuerzo de más, simplemente conteniendo cada avance con orden defensivo.
En la segunda parte, Blooming aprovechó esa pasividad para meterse a la fuerza en el juego. Junior se lo permitió y el cuadro boliviano, con las pocas fuerzas que tenía, logró hacerlo, ayudado por otro penal infantil, que igualó las acciones en los pies de Joao Paulo (1-1).
Blooming apretó, buscando un segundo tanto que desestabilizara al rival y apretara la serie, y lo pudo lograr, pero el horizontal se lo impidió, tras un remate de media distancia que dejó mudo el ‘Metro’.
Junior no tenía reacción, perdió el control del juego. Padeció ante un rival que pudo hacerle daño con poco.
Ahora la próxima parada será en Uruguay ante Montevideo Wanderers, un rival más exigente, al que no puede brindarle este tipo de ventajas.