La llave del gol estaba en la banca. La mala suerte de Édinson Toloza, que volvió a sufrir una lesión muscular, resultó la fortuna de Léiner Escalante y de Junior. El zurdo soledeño, que ingresó por el nariñense al minuto 12 de juego, trajo la cuota de habilidad y gol que el equipo rojiblanco estaba esperando.
Escalante supo descifrar el candado que intentaba poner el Chapecoense en el arco norte del estadio Roberto Meléndez. Con un rápido giro y un remate rasante perforó la resistencia visitante.
'El que está en el banco quiere entrar y hacer las cosas bien, afortunadamente se me dio a mí', dijo Escalante con modestia, sin lanzar campañas al viento.
El delantero tiburón tiene claro que todavía falta el juego de vuelta, en Chapecó, Brasil.
'Esto no nos garantiza nada, hay que ir a matarnos allá en Brasil', declaró el canterano rojiblanco, que destacó los aspectos positivos del equipo. 'Lo más importante es que ganamos, sacamos el arco en cero y hay que ir con todo a la casa de ellos', puntualizó Escalante.