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Hay nostalgia en la voz de Iván Vélez. El lateral habla con resignación y tristeza por lo que ya parece ser una segura partida del Junior, el equipo en el que más tiempo se mantuvo en toda su carrera.

No fue en el Quindío, donde surgió para el fútbol, ni en el América, el club de sus amores. El cuadro tiburón resultó su casa durante cinco largos años, en los que tuvo momentos difíciles como su grave lesión de rodilla y otros felices como el título de la Copa Águila y las clasificaciones a tres finales de la Liga. El marcador agradece el apoyo del público y dice que nunca olvidará a Barranquilla.