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Con las frases jocosas que lanza desprevenidamente, le pone alegría a los entrenamientos del Junior. Los jugadores se quejan de los arduos trabajos físicos de la pretemporada, pero cuando escuchan uno de sus comentarios de inmediato sueltan la risa. Felipe Palmezano es uno los dos preparadores físicos del equipo tiburón, pero este samario tiene un estilo particular para motivar a los futbolistas para que así no
se quejen tanto al momento de las pruebas físicas.

Frases como '¡Ensalada de fruta!', '¡Llame a la mamá!', '¡Perfume de campeón!' y '¡Dulce de mango!', se escuchan a diario en las prácticas. Estas las expresa cuando ve que el jugador se está agotando o ya no puede más con el ejercicio.

'Yo les digo que el trabajo que estamos haciendo es como el juguito de mango: sabroso y delicioso, para que estén tranquilos porque cuando venga el jugo de maracuyá, el agrio que es más bravo, también tendrán que asumirlo con buena actitud'. Son muchas frases. El que jale más tiene que llegar primero… Es para algún trabajo específico, todas las frases van ligadas según lo que estemos haciendo', sostiene en medio de risas.

A los jugadores esto no los incomoda, por el contrario, los motiva. 'Eso ayuda a hacer el trabajo más divertido y alegre, es todo un personaje, pero se trabaja bien', sostiene el volante Rafael Carrascal.

Palmezano es el centro de atención con sus salidas, pero combina esa alegría con la seriedad de los trabajos.

'El equipo tenía años que no hacía la pretemporada, eso lo siente el jugador y aquí hay una base del 80% que le cuesta por eso. Ahorita no ha empezado lo duro, pero para poder correr primero hay que alistarse bien. Sobre todo que ahora que vamos a Tunja hay que estar muy preparados porque si no en la altura vienen las contracturas', agrega.

A este preparador, que comenzó en la escuela Sarmiento Lora en 1999, también lo molestan por su baja estatura y por su apellido.

'A donde llego siempre me colocan apodos, incluso los jugadores bromean con mi apellido y me joden con eso de ‘Parmesano, Parmesano’. Y yo les digo: ah bueno, entonces dame pa’ la leche y hacemos el queso rapidito', dice mientras suelta la carcajada.

Está contento en Junior y asegura que por el clima de la ciudad se deben hacer más divertidos los entrenamientos. 'Es una alegría estar en Junior porque es el equipo representativo de la Costa y tiene una afición grande. No es fácil trabajar la parte física acá con las altas temperaturas, pero como la mayoría ya conoce mi trabajo, intento colocarle la alegría para buscar el máximo rendimiento', explica el ayudante de Gamero.