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Junior ganó, goleó, gustó, enamoró y clasificó. El ‘Tiburón’ devoró la noche de este martes a un inofensivo Carabobo, goleándolo 3-0, en el estadio Jaime Morón León de Cartagena en el juego de vuelta de la segunda fase de la Copa Libertadores. Los tantos rojiblancos fueron obra de Roberto Ovelar, Johnatan Estrada y Michael Rangel.

Partido para guardarlo en la memoria, para mirarlo una y otra vez, para tenerlo en cuenta de cara al futuro. Esa es la ‘cara’ que debe mostrar Junior de aquí en adelante, un equipo agresivo, dinámico, ordenado, y efectivo en todas sus líneas.

Esta noche no solo superó a su rival de principio a fin -haciendo efectiva la lógica-, sino que marcó el camino a tomar si se quiere pelear con seriedad en todos los frentes.

La afición gozó con la habilidad de Aponzá, la creatividad de Sebastián Hernández y Johnatan Estrada, la efectividad y clase del ‘Búfalo’ Ovelar, la claridad de James Sánchez, la proyección de los laterales y la seguridad de Alexis Pérez.

Junior no bajó la guardia, no dejó respirar a su rival y lo hizo sufrir de entrada, con un fútbol colectivo exquisito, ese que gusta al hincha rojiblanco y que hace parte del ADN histórico del cuadro barranquillero.