La página de Carabobo ya quedó atrás para Junior y eso lo hace ver de entrada el técnico Alberto Gamero. 'Lo de ayer (martes) pasó', es la primera frase que lanza el samario cuando le empieza a hablar a su equipo previo a la práctica de ayer, después de la clasificación a la tercera fase de la Copa Libertadores de América.
Carabobo ya es historia. Los rojiblancos ahora tienen su mirada puesta en Argentina y ya piensan en Atlético Tucumán, el siguiente adversario en el certamen continental. Al conjunto gaucho lo miran con respeto. La mayoría de los jugadores tienen el mismo concepto del club que jugó con uniforme y guayos prestados y terminó eliminando a El Nacional de Ecuador, en Quito.
'Atlético Tucumán es aguerrido como todo equipo argentino. Lucha los 90 minutos, nosotros tenemos que prepararnos bien y seguramente vamos a ver videos para afrontar este juego de la mejor manera', sostiene el delantero paraguayo Roberto Ovelar.
Pero más allá de la agresividad y lucha con la que identifican a Tucamán, los rojiblancos confían más en el potencial con el que cuentan y en el buen fútbol que desplegaron en el juego de vuelta ante el cuadro venezolano.
'Sabemos que ellos no dan una pelota por perdida, pero creo que estamos bien parados para asumir este compromiso ante este equipo. Tenemos la ilusión de llegar a la fase de grupos. Tenemos jugadores con buen pie, si tenemos la pelota y hacemos un buen juego, creo que podemos seguir avanzado en la Libertadores', apunta el volante boyacense de primera línea Leonardo Pico.
Los tiburones también reconocen que Atlético Tucumán viene más motivado por la forma en la que avanzaron luego de superar las adversidades de llegar sobre la hora y jugar con uniformes y guayos prestados. Pero todo eso hace que estén más concentrados y con los ojos bien abiertos.