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Tranquilo con su actuación individual y feliz por la victoria venía Bernardo Cuesta por el camino que conduce del camerino local hasta el parqueadero donde lo esperaba el bus de Junior. El delantero argentino ingresó en sustitución del paraguayo Roberto Ovelar e inyectó de energía el ataque rojiblanco en la victoria 1-0 sobre Atlético Tucumán, este jueves en el estadio Jaime Morón, de Cartagena.

'Los cambios que se hicieron fueron importantes para modificar el ritmo del partido. El rival estaba fuerte, lo importante era entrar y aportar lo mejor para conseguir el resultado', declaró Bernardo Cuesta en diálogo con EL HERALDO.

El atacante gaucho, que no había tenido la posibilidad de jugar en la Copa Libertadores con los tiburones, no lamenta tanto que el arquero Cristian Lucchetti haya ahogado el grito de gol en la única oportunidad clara de gol que se le presentó, un cabezazo en el área chica tras centro de Aguirre.

'Lo importante era conseguir el triunfo. Lamentablemente el arquero puso su mano, pero hay que seguir, seguro en otro momento entrará', se resignó el ariete que llegó del Melgar de Arequipa (Perú).

Cuesta se destacó por su movilidad, energía y porque no desentonó en el toque que tenían los dirigidos por Alberto Gamero.

'Uno va tratando de conocer a los compañeros, su forma de jugar y forma de moverse, lo importante es demostrar lo que puedo dar y que el equipo gane', resaltó el argentino.

En cuanto al final de esta historia ante Atlético Tucumán, que será el próximo jueves en su país, Cuesta vislumbra: 'Durísimo, más duro de lo que fue hoy. Ellos van a tener muchas necesidades de jugar y salir a revertir ese gol que llevamos de ventaja, así que hay que aprovechar los espacios que se puedan dejar'.