Al margen de las equivocaciones que pudo tener el técnico Alberto Gamero, los jugadores de Junior son en gran medida los culpables de la inesperada eliminación de la Copa Libertadores de América ante Atlético Tucumán por las escasas ganas y el poco carácter que mostraron en territorio argentino.
‘El Decano’, como le llaman al modesto equipo del norte de Argentina, se impuso a base de garra, lucha y entrega, todo lo que les faltó a los tiburones.
Lo mínimo que esperaba la afición rojiblanca de su equipo en el crucial duelo en Argentina era temple y coraje para encarar a este rival que futbolísticamente no era un imposible, para nada.
Ya fuera de la Copa Libertadores, a Junior le queda de consuelo internacional la Copa Sudamericana 2017, a la cual accede como uno de los dos mejores eliminados del principal torneo continental (por los tres un puntos ante Tucumán en el partido de ida).