Junior volvió a salir airoso del estadio El Campín de Bogotá. Esta vez no se llevó el triunfo, como el domingo anterior por Liga, pero sí un empate valioso (0-0), que deja nuevamente buenas sensaciones y que ratifica el gran momento por el que pasa el equipo rojiblanco juegue quien juegue.
Anoche fue el turno de los suplentes y todos respondieron, mostrándose a la altura ante una prueba de fuego, porque al frente no estaba ningún ‘Juan de los Palotes’ y lo que se jugaban no era cualquier partido sin trascendencia, era una ronda definitiva de cuartos de final de la Copa Águila, donde el más mínimo error se puede pagar caro, incluso con la eliminación.
Y en ese escenario candente, Junior respondió con su nómina ‘sub-24’, liderada por el arquero José Luis Chunga, que salió figura, cerrando su arco en los poquitos momentos de inspiración del rival. A partir de la seguridad que transmitió el arquero barranquillero, el equipo rojiblanco construyó el empate.
Junior no fue un equipo vistoso, pero sí inteligente, preciso y ordenado. Guerreó minuto a minuto, brindando pocas ventajas. Y cuando tuvo la oportunidad de atacar lo hizo con seriedad y profundidad, trayendo a la memoria del cuadro embajador los fantasmas del domingo pasado, cuando el ‘Tiburón’, con un planteamiento táctico parecido, logró llevarse tres puntos valiosos de El Campín.
Millonarios manejó los hilos del compromiso desde el pitazo inicial, pero lo hizo de forma desordenada, sin un rumbo, sin una guía, sin la claridad y vistosidad necesaria para superar a su rival.
No fue la noche de Maxi Núñez, ni de Harold Mosquera y mucho menos de Ayron del Valle. Cualquier aproximación medianamente clara era contenida por la muralla rojiblanca, que brindó pocas ventajas en defensa.
En la primera parte Junior se olvidó del arco rival y se dedicó a contener la propuesta del local. En los segundos 45 minutos sí tuvo la valentía para intentar tutear a Millonarios en su propio campo, aprovechando la salida del uruguayo Matías Mier por el costado izquierdo y el ingreso de Yimmi Chará, la ‘bestia’ de Millonarios, que volvió a poner en apuros a la tibia defensa albiazul.
Con la expulsión de Felipe Banguero (lateral de Millonarios), los dirigidos por Julio Comesaña encontraron el momento ideal para buscar el triunfo, y lo tuvieron en un par de opciones, especialmente en una de Jorge Aguirre, que desperdició increíblemente con el arco a su disposición y el arquero totalmente vencido. Su remate terminó en el horizontal y con él se fueron las esperanzas de conseguir un nuevo triunfo en la fría capital.
Junior dejó la serie abierta, logrando el objetivo deseado en esta dura visita. Ahora falta ratificar ese gran trabajo en casa, logrando la clasificación. La última palabra se dirá en el ‘Coloso de la Ciudadela’, el fortín del ‘Tiburón’.