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Entró sin bombos y sin platillos. Tranquilo, con bajo perfil, como quien no quiere la cosa, pero al tocar la pelota, Luis Díaz mostró su chispa e iluminó la noche de Junior, que se estaba oscureciendo cada vez más ante un Millonarios aguerrido y hermético.

‘El Cacique’ de Barrancas (La Guajira) dejó ver su atrevimiento, habilidad y buena pegada. Con pocos minutos en la cancha calentó las manos de Nicolás Vikonis y generó el penal que significó la importante victoria rojiblanca.

'Es muy satisfactorio para mí jugar un partido de cuartos de final y contra Millonarios. En los minuticos que tuve, creo que se vio el cambio', comentó Díaz, orgullos con su actuación.

No titubeó al afirmar que el penal 'fue clarísimo, el balón pasa, lo puntee primero y Vikonis me pega dos veces, fue muy claro, aunque, Vikonis y ‘Carachito’ decían que no'.