El ‘rey’ de la gambeta rojiblanca dijo adiós. El brasileño Othon Alberto Dacunha (Río de Janeiro, 19 de septiembre de 1941) falleció ayer a los 76 años, luego de luchar durante dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica General del Norte.
Dacunha, que nunca perdió su acento brasileño, padecía desde hace algunos años de Alzheimer, enfermedad que borró de su mente los recuerdos dorados de su época de jugador, cuando encantaba a todos los hinchas rojiblancos con ese dribling exquisito con el que se ganó un sitial de honor en la historia del Junior.
Puntero derecho. Dacunha llegó a Barranquilla en 1966 —junto Dida, Pepe Romeiro, Cuarentinha y Othon Valentin—, procedente del Flamengo del Brasil, para nunca más irse. Jugó 333 partidos con la camiseta rojiblanca, esa que siempre defendió a muerte en todas sus facetas y con la que marcó 40 goles.
'Me siento muy orgulloso de haber traído un jugador como Othon Alberto Dacunha, que era un caballero, no solamente en la cancha sino en la vida pública. Complacido de que haya decidido quedarse en Colombia y haya echado raíces acá, con una familia distinguida. Acerté en haberlo traído y lamento mucho su fallecimiento', manifestó Arturo Fernández Renowitzky, expresidente del Junior.
‘Otho’, como le decían cariñosamente sus amigos, se retiró del fútbol profesional en 1974, pero siempre siguió ligado al Junior, ya sea como asistente técnico o como coordinador de las divisiones menores del club. Su amor al equipo ‘Tiburón’ fue eterno, como también ese aprecio innegociable por Barranquilla, ciudad en la que echó raíces al casarse con Libia Marina Tcachman, con la que tuvo tres hijos (Claudia Patricia, Juan Carlos y Othon Alberto). Luego estableció una unión con Edith Suárez Barliza, con la que vivió los últimos 25 años.
'Él sí es y será siempre un ícono del Junior. Crack como jugador, formador de talentos, técnico y como persona. ¡Excelente ser humano!', expresó ayer, en diálogo con EL HERALDO, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurun.
Sus amigos del fútbol y de la vida siempre lo recordarán como un crack.
'Lo que más recuerdo de Dacunha es que escondía la pelota, amagaba para un lado y salía por el otro, era impresionante, sacaba a los defensores en una baldosa', afirmó Hermenegildo Segrera.
'Lamento su fallecimiento. Fue un gran amigo y un gran futbolista. Mando mis condolencias a toda su familia. Nunca sabemos cuando nos vamos, pero lo importante siempre es dejar huella, y Othon la dejó en Junior', manifestó desde Río de Janeiro Víctor Ephanor, exjugador histórico del Junior.
El cuerpo de Othon Dacunha será velado hoy en Jardines de la Eternidad, sede norte, desde las 8 a.m.