Juan Ramón Verón no es la única ‘Bruja’ que ha pasado por Junior. El atacante argentino encantó con su magia y en 1977 bajó la primera estrella rojiblanca actuando como jugador y entrenador al mismo tiempo. La ‘Bruja’ del 77 hechizó a toda la vecindad tiburona en el gramado del estadio Romelio Martínez, a la vista de todos.
No se conoce abiertamente de la existencia de un ‘embrujo’ distinto al de Verón, pero de que los hay los hay. Hoy, día de las ‘brujas’, es una buena oportunidad para sacarlos a flote. Cuentan fuentes del club que prefieren mantener su nombre en ‘el más allá’ del micrófono y las cámaras que Alexis García y su asistente Carlos ‘Panelo’ Valencia, durante el primer semestre de 2013, cuando dirigieron a Junior, llevaban al camerino a una especie de chamán con veladoras y ramas para ‘limpiar’ las supuestas malas energías que rodeaban al equipo y no lo dejaban avanzar como el Ferrari que había prometido el entrenador paisa al llegar al conjunto barranquillero.
Lo cierto es que no hubo poder humano ni sobrenatural que evitara el fracaso de García y sus ‘sobraditos de Nacional’ como él llamó a unas contrataciones rojiblancas que venían procedentes del cuadro verde.
'Creía mucho en esas cosas, llevaba velas y vainas así al camerino. A los jugadores cristianos, que se apoyan en La Biblia no les gustaba mucho eso', contó un jugador que vivió aquella época.
Varios exjugadores admiten, sin asegurarlo del todo, que cuando Miguel Ángel López era técnico del Junior usaba los servicios de un ‘brujo’ de la ciudad. Afirman que lo empezó a utilizar en el segundo semestre de 2004 cuando Junior fue campeón.
'Así decían, que había una persona, pero no sé, no estoy seguro. Al camerino llega mucha gente para descifrar quién puede ser. Lo que puedo decir es que yo estoy con Dios', expresó hace algún tiempo uno de los integrantes del plantel rojiblanco en ese entonces.
Sin embargo, ‘El Zurdo’ no estuvo derecho en sus últimos ciclos como tiburón en el primer semestre 2007 y en el segundo de 2013 (después que se fue García). EL HERALDO consultó al entrenador gaucho y riéndose negó las versiones que lo relacionan con situaciones extrafutbolísticas. 'Yo creo es en el trabajo futbolístico, en lo que se entrena, en el talento de los jugadores. Mi guía es mejorar el rendimiento en las prácticas', recalcó.
Cábalas
La mayoría de los futbolistas y entrenadores le huyen a este tipo de temas. Se sonrojan, arrugan la cara y aprietan el paso. Unos pocos se ríen y cuentan todo advirtiendo que no quieren que se publiquen sus nombres.
Lo que sí admitió López es que como buen argentino, al igual que su maestro Oswaldo Juan Zubeldía, es cabalero. 'Siempre uso calzoncillos rojos, desde que era jugador, pero ojo que no es el mismo (risas)'.
'Con eso me siento más tranquilo o más seguro. Y nunca me quedo sin los rojos porque siempre tengo reserva', agrega jocosamente.
Iván René Valenciano, goleador histórico de Junior, tenía una seguridad y frialdad para definir que parecía depender solo de su pegada y nada más, pero Víctor Pacheco asegura que su compadre ‘el Bombardero’ siempre tenía una imagen del Divino Niño entre sus medias para reforzar su fe y confianza.
Ahora
Julio Avelino Comesaña confesó que en varios de sus ocho ciclos en Junior lo han llamado personas que dicen dedicarse a la santería para ofrecer sus servicios y 'mejorar el desempeño del equipo'.
'Ahora no me han llamado. Antes me llamaban a decirme que si a mí me interesaba. A mí no me interesa eso, soy respetuoso de todas las tendencias y creencias. No es que crea o no crea, pero no entro en esas cosas', aclaró Comesaña. 'Creo en el trabajo y la capacidad de las personas', añadió el estratega colombo-uruguayo, que insiste en que cada quien es libre de aferrarse a lo que quiera y que es un asunto muy personal.
'Eso sí, en el camerino no permito entrada de personas extrañas ni nada; en la vida personal, lo que quieran', aclaró.
En el plantel actual, Teófiolo Gutiérrez dice que su 'única cábala es Dios' y Luis Díaz solo se persigna y entra 'siempre con el pie derecho a la cancha'.
La lechuza de la suerte
La lechuza, considerada un ave de mal agüero en algunos municipios de la Costa Caribe Colombiana, fue tomada como un símbolo de buena suerte por los hinchas de Junior.
Algunas de estas aves que habitan en los recovecos del estadio Metropolitano Roberto Meléndez atinaban a salir cuando las cosas andaban mal en un partido de Junior y el equipo en algunas ocasiones reaccionó y salió vencedor. Por eso se veía con buenos ojos su aparición. Hace rato no se ven.