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Se le notaba la molestia. Había más amargura que felicidad en su rostro. Julio Avelino Comesaña se mostró más inconforme que tranquilo con la victoria 3-2 sobre Águilas Rionegro, el jueves anterior en el estadio Alberto Grisales, del municipio antioqueño.

 El técnico rojiblanco dividió en tres aspectos su balance sobre el juego. 'El primer tiempo fue nuestro, pero sin pisar el acelerador. En el arranque del segundo tiempo se hizo lo que se debió hacer en el primer tiempo, liquidar el partido. La tercera parte fue lo que ustedes vieron al final', expresó Comesaña a los periodistas que lo abordaron tras el aterrizaje del equipo en el aeropuerto Ernesto Cortissoz, de Barranquilla, este viernes.

En ese último punto de sus palabras fue que Comesaña no quiso profundizar. Sin embargo, descartó que las tres sustituciones que realizó hubiesen forzado la adversa agonía del juego. Los Tiburones ganaban 3-0 con total comodidad, con goles de Luis Díaz (2) y Jarlan Barrera, pero en los últimos cinco minutos de juego, se relajó más de la cuenta y el cuadro paisa recortó la diferencia 3-2 con tantos de Carlos Ramírez y Humberto Osorio Botello.

'Los cambios fueron los mismos que hacemos cuando hemos dado vuelta en otros partidos, no me preocupan los cambios porque creo que el tema no pasa por los cambios, el tema es el otro, lo que hay que hacer en esas circunstancias, nada más que eso, no hablemos más', dijo Comesaña pidiendo camino a los comunicadores.

No obstante, con algo de ironía, contestó una última pregunta: ¿cuál sería la reflexión después de lo que sucedió ayer?

'Siempre las derrotas son de los técnicos y los árbitros, y las victorias de los jugadores', puntualizó el DT.

Comesaña no asistió a la habitual rueda de prensa que los entrenadores conceden al final de cada partido. Envió como sucesor a su asistente Alfredo ‘el Pato’ Araújo.