'No se ha dicho la última palabra'. 'Nada está escrito'. 'En el fútbol nunca se sabe'. 'La serie sigue abierta'. 'Faltan 90 minutos'. 'El partido no se acaba hasta que se acaba'. 'No hay que dormirse porque casos se han visto'… Todas son frases de cajón, muy típicas de los protagonistas del balón, pero todas son muy aterrizadas y acertadas para la serie semifinal de Copa Sudamericana que Junior y Santa Fe definirán hoy, a partir de las 7:45 p.m., en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez.
Los Tiburones, que en el partido de ida se impusieron 2-0 con goles de Teófilo Gutiérrez y Marlon Piedrahíta, dieron un gran paso, pero aún les hace falta otra batalla para poder cantar victoria y conseguir avanzar a la primera final internacional de su historia, en la cual se medirían al Atlético Paranaense, que anoche eliminó al Fluminense.
Con la emoción de la clasificación a la final de la Liga todavía fresquita, los rojiblancos intentarán acceder a otra finalísima, lo cual sería un hecho inédito en la historia de los clubes colombianos.
Santa Fe, eliminado por Tolima en los cuartos de final de la competencia criolla el sábado 17 de noviembre, llegará a este duelo, en el que intenta salvar su temporada, con doce días de descanso, mientras los Tiburones traen acuestas la seguidilla de partidos de los cuartos ante Equidad y la semifinal liguera ante Águilas.
Aunque en el interior del país algunos periodistas quieren hacer ver que Junior espera el juego en un ambiente triunfalista que en realidad no existe, más allá de cualquier hincha alegrón que grita '¡agárrate Real Madrid!', los hay en todos lados, la realidad es que los miembros del equipo respetan al Santa Fe y no se sienten clasificados todavía, a pesar de la ventaja 2-0 alcanzada en Bogotá. Los Tiburones, empezando por el técnico Julio Avelino Comesaña, tienen claro que la serie no está sentenciada y que deberán batallar ante los Cardenales.
'Está quedando la sensación, porque no se dicen las cosas como son, que Junior da por sentado la clasificación a la final, eso no es cierto', aclaró el entrenador rojiblanco.
'El 2-0 es una muy buena ventaja, porque somos equipos parejos, pero no es una ventaja definitiva, no se puede descansar en eso, tenemos que salir a mantener esa ventaja y si es posible, mejorarla, de eso se trata y vamos a tratar de plantear un partido que, dentro de las características de nuestro equipo, nos permita lograr ese objetivo', agregó Comesaña.
En la misma tónica mesurada de Comesaña se encuentran los jugadores rojiblancos.
'No podemos relajarnos', acepto Víctor Cantillo (ver nota aparte). Los integrantes del plantel juniorista reconocen que esta clase de partidos requieren de un esfuerzo extra que se debe sobreponer a toda clase de adversidades, como el cúmulo de partidos en tan corto tiempo. Hoy completan 35 en este segundo semestre, 65 en el año. 'No es tiempo de sacar excusas', consideró Rafael Pérez, patrón de la defensa rojiblanca.
Así las cosas, en medio del respeto que existe por un contrincante aguerrido, táctico y con buen juego aéreo como el Santa Fe, en Junior hay optimismo y una mentalidad ganadora que se puede encerrar en un tradicional coro de las barras: 'Que esta noche cueste lo que cueste, esta noche tenemos que ganar (avanzar)'.
¿Cómo se clasifica?
Junior se clasifica a la final de la Copa Sudamericana si vence o empata a Santa Fe. También si pierde por un solo gol de diferencia. La única forma de que se presente definición por tiros desde el punto penal es que el cuadro capitalino se imponga en Barranquilla por el mismo marcador que cayó en su casa (2-0).
Los Cardenales avanzan si derrotan a Junior por tres goles de diferencia. O por marcador con dos tantos de distancia distinto a 2-0 (4-2, 5-3), por el gol visitante.