El campeón inició la defensa de su título con victoria. De la mano de Víctor Cantillo, clave en la construcción del juego, y Marlon Piedrahíta, el goleador inesperado de la noche, los rojiblancos dieron otra muestra de superioridad y buen fútbol, venciendo con facilidad a Patriotas (3-1), en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez.
La pierna derecha de Piedrahíta le mostró el camino del triunfo al Junior. De ahí nacieron los dos goles que destrabaron un partido rocoso en los primeros compases del compromiso.
Junior dominaba, pero le costaba finalizar. Una entrada peligrosa sobre Sambueza, originó la expulsión del central Federico Arbeláez. Con 10 hombres, la propuesta de la visita se fortaleció. Si antes estaban atrincherados todos en su propio campo, con un jugador menos la idea de juego era una sola: defender a capa y espada el cero en su arco.
Hasta que apareció el lateral antioqueño para destruir la fortaleza defensiva de Patriotas. Primero con un disparo de media distancia, que contó con la complicidad de un defensor rival, para desubicar al arquero Chaux, y luego con otro puntapié certero, que esta vez sí no necesitó ayuda de nadie para incrustarse en un ángulo imposible para el cancerbero visitante. Dos golazos calcados.
Junior probó por todas las vías, pero fue la media distancia la que esta vez generó las alegrías. A partir de ahí, el juego fue un monólogo. Los rojiblancos tocando de un lado a otro, guiados por Cantillo y Sambueza, que volvió a mostrar síntomas de mejoría, y por otro lado un equipo boyacense desajustado, que trataba de aguantar la embestida local con las pocas armas que tenía en defensa.
Los segundos 45 minutos mostraron a un equipo boyacense que se atrevió a merodear los previos de Sebastián Viera, con el consentimiento de los rojiblancos. Junior se durmió unos segundos y eso dio pie para que la visita se envalentonara y lograra lo que parecía imposible, vulnerar el arco currambero.
Jhon Arias, el único que mostraba cosas distintas en el rival, con su velocidad y picardía, sacó de la ‘chistera’ un disparó potente a un ángulo, para silenciar a los pocos asistentes al ‘Coloso de la Ciudadela’.
Parecía que las cosas podrían complicarse, pero el DT Luis Fernando Suárez movió sus fichas y sentenció el juego. La entrada de Roger Torres generó esa chispa necesaria para despertar al equipo y una combinación del santandereano con Cantillo. Terminó con el tanto que liquidó las acciones en el ‘Metro’. Debut soñado.
El campeón arrancó ganando y gustando, y la afición disfrutó una vez más de una exhibición del equipo de Suárez y compañía.
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