Un estremecedor aplauso avisó del ingreso de Matías Fernández. El creativo chileno, que ayer hacía su debut con Junior, se puso la rojiblanca y saltó al campo para ver acción de inmediato. Viera y ‘Teo’ le pidieron que ejecutara, de entrada, un tiro libre, que terminó pegando en la barrera. Primer aviso para lo que se venía.
A partir de ahí comenzó a hacer el fútbol que se le vio en los múltiples equipos por los que pasó a lo largo de su carrera. Control de balón, búsqueda de sociedad, una protección exquisita del esférico y media distancia.
'El DT me dijo que ayudara con la tenencia del balón y eso fue lo que hice', dijo en su primera reacción tras el empate ante las Águilas.
Todos los buscaban insistentemente, con la fe ciega de que en sus botines estaba la respuesta que estaban buscando a sus males.
Tuvo el empate en la primera pelota clara que tuvo dentro del área, pero prefirió enganchar y su disparo fue bloqueado. Pero la segunda fue la vencida. Cuando todos daban la derrota como un hecho, apareció la magia del austral, para perforar el arco dorado con un disparo seco, que no pudo controlar el arquero Juan David Valencia.
Locura colectiva y debut soñado. Matías terminó contento por el gol, pero son el sinsabor de no poder ganar. 'Es más importante debutar con triunfo que con un gol', expresó.