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Lástima los descuidos defensivos de Junior en el final del juego. Lástima que dos puntos se escaparon cuando el reloj casi marcaba el minuto 90. Los Tiburones salieron y jugaron por la victoria, pero tuvieron que conformarse con solo un punto en un emocionante y entretenido partido ante Santa Fe que terminó 3-3, anoche en el estadio El Campín, de Bogotá.

Fue un juegazo. Una montaña rusa de principio a fin. Apenas corrían dos minutos cuando Luis Díaz ya estaba celebrando el primer gol visitante.

El extremo guajiro, que se mostró activo, veloz e imparable, recibió un pase de Teófilo Gutiérrez, quien amansó un pelotazo largo de Germán Gutiérrez, engañó a su marcador con un amague y sacó un remate certero que dejó sin chance al portero Banguera.

Los rojiblancos comenzaron a desplegar su fútbol claro y vistoso. Así como ocurrió con América, Tolima y con todos los equipos que ha enfrentado este semestre, se la pusieron como un corozo al adversario. Teófilo Gutiérrez tuvo el segundo, pero a su cabezazo le faltó un tris de dirección para convertirse en gol.

Sin embargo, a pesar de la superioridad que evidenciaban los dirigidos por Luis Fernando Suárez, Santa Fe se encontró con un golazo que le dio la oportunidad de respirar y meterse en la pelea por el juego. Carlos Henao envió un misil tras el cobro de un tiro libre y perforó la resistencia de Viera. Golazo.

Junior se mantuvo con las escrituras de la pelota y lo movía a su antojo, aunque en medio del juego áspero y cortado que proponía Santa Fe.

Parecía que Junior tenía más posibilidades de anotar el segundo que los locales, pero Baldomero Perlaza, en una de las acciones atropelladas del local, se filtró entre los defensores, capturó un rebote y definió por encima ante Viera.

En la jugada previa a esa diana, hubo un saque de banda que sancionaron a favor de Santa Fe cuando en realidad pertenecía a Junior. Se equivocó el árbitro John Ospina.

Junior se fue perdedor al descanso, pero en el segundo tiempo, la fuerza y calidad de su fútbol se reflejó de nuevo en el marcador.

Fabián Sambueza, que ratificó una vez más su recuperación individual, concretó un par de golazos que sostenían a los Tiburones en la cima de la tabla.

No obstante, en la agonía del partido, con el cronómetro marcando el minuto 87, Willer Ditta se complicó en una bola que tenía dominada, cometió una falta y se dio la pelota quieta donde José Moya conquistó de cabeza el 3-3 final. Se fue el triunfo, pero nada borra el partidazo.