Solo se podía jugar water polo en la cancha del estadio Sierra Nevada. El aguacero que cayó sobre Santa Marta dejó más que encharcado el rectángulo del escenario futbolero de los samarios, y el segundo tiempo del clásico costeño entre Unión Magdalena y Junior, que terminó igualado 1-1 en la primera etapa, no se pudo disputar este domingo y fue postergado para el lunes, partir de las 9 a.m. (con transmisión por Win Sports).
El árbitro Andrés Rojas esperó, miró y analizó las posibilidades de continuar el partido, pero era imposible. La cancha se convirtió en una piscina en la que aparecieron hasta sapos (ver nota al respecto en la 2D). Eso fue el clásico… el clásico ‘oso’, el clásico ridículo nacional con un estadio inconcluso a pesar de que se inauguró hace más de un año (para los Juegos Bolivarianos Santa Marta-2017).
Antes de que la lluvia dejara en evidencia que el Sierra Nevada es una obra sin terminar, con graves falencias en sus drenajes y desagües, ‘Tiburones’ y ‘Bananeros’ protagonizaron un primer tiempo vibrante, intenso y con emociones en las dos áreas, especialmente en la de Sebastián Viera, que se convirtió en la principal figura de los 45 minutos iniciales.
Viera ahogó el grito de gol por lo menos en cinco oportunidades ante remates a quemarropa de Ricardo Márquez, Lucas Sotero, Jean Carlos Blanco y Juan Carlos Pereira. El uruguayo, que ostenta la valla menos vencida del campeonato (con solo seis anotaciones en contra), se jugó su humanidad en un achique ante ‘el Caballo’ Márquez y salió airoso salvando su portería de manera providencial.
Junior pegó primero y de manera precoz. Cuando el cronómetro apenas marcaba dos minutos y fracción, Víctor Cantillo emprendió una tocata y se disponía a redondearla eludiendo al arquero Horacio Ramírez y abriendo el marcador. Sin embargo, el cancerbero argentino atravesó su pierna y derribó al volante magdalenense. Clara falta en el área y el árbitro no dudó en sancionarla.