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Los cambios funcionaron esta vez y Teófilo Gutiérrez se inspiró en momentos oportunos. El marcador se encontraba 1-1 y el tiempo de juego se extinguía cuando Julio Comesaña por fin se animó a hacer variantes. No se le veían buenas posibilidades ofensivas a Junior para cambiar el resultado y el entrenador decidió realizar tres modificaciones de una vez. Las sustituciones renovaron energías, empujaron dos goles y el cuadro rojiblanco terminó derrotando 3-1 al Cúcuta Deportivo, en la noche de este jueves en el estadio General Santander, en la segunda jornada del cuadrangular semifinal A de la Liga Águila II.

Carmelo Valencia, apenas a los 4 minutos de juego, puso a ganar a los Motilones, pero Edwuin Cetré, a los 41 y 84, tras pases de Teófilo Gutiérrez, y uno de los tres cambios, Fredy Hinestroza, a los 82, le dieron vuelta al tanteador.  

Junior comenzó a remar contra la corriente, tal y como le sucedió ante Tolima, por un craso error que le costó un gol en el comienzo del juego.

El cronómetro apenas marcaba 4 minutos cuando Marlon Piedrahíta, en una desconcentración increíble, regresó la pelota equivocadamente y dejó mano a mano a Carmelo Valencia con el arquero Sebastián Viera. El delantero motilón, ni corto ni perezoso, aprovechó la pifia y definió seguro y con puntería al costado izquierdo del cuidapalos charrúa.

Los rojiblancos, que habían tratado de tomar la iniciativa, vieron el panorama oscuro y envalentonaron al local, que empezó a empujar en busca de una segunda anotación. Nuevamente el cuadro curramebero se veía frío, enredado, errático, cunfundido.

Cúcuta, que se echó atrás con el 1-0 a favor, tampoco era el equipo más armonioso y peligroso. El partido se hizo lento y tedioso. Cayó en constantes faltas e interrupciones en medio de reclamos de ambas partes. Se luchaba mucho y se jugaba poco.

En una acción de juego bastante aparatosa y rara, el zaguero rojinegro Javier López resultó gravemente lesionado. Daniel Moreno conducía el balón, se resbaló y se llevó por delante al zaguero, que venía a toda prisa a cerrarlo. En la repetición de televisión la imagen del choque es impresionante por la forma en que la pierna derecha del defensor se vio comprometida.

Junior solo se aproximó con peligro a través de cobros de tiro de esquina en los que se buscaba la cabeza de Germán Mera. La idea casi surte efecto, pero las manos de Chaverra lo evitaron.

Cuando el primer tiempo agonizaba, Teófilo Gutiérrez se inspiró, tomó un balón, encaró, se combinó con James Sánchez y habilitó a Edwuin Cetré para que solo tuviera que rematar la pelota de zurda e igualar.

El empate entusiasmo a Junior, que por poco baja el telón de la etapa inicial ganando con un disparo de Cetré desde fuera del área y un tiro libre ejecutado por Viera que obligó al lucimiento de Chaverra. 

Los goles de la ventaja ya llegarían en el segundo período. No fue fácil. Los dos equipos permanecieron carentes de claridad, aunque el anfitrión estuvo a punto de irse en ventaja en un par de ocasiones en las que el palo y los guantes de Viera salieron al rescate.

Junior no hallaba la manera de profundizar y crear opciones nítidas de gol hasta que Comesaña movió su banca y mandó a la cancha a Hinestroza en lugar de Murillo, a ‘Cariaco’ González en sustitución de Sánchez (de buen partido) y a Narváez en el puesto de Pico. Los tres ingresaron frescos, dispuestos y enchufados, especialmente Hinestroza, que inyectó vigor y conquistó el 2-1 con un riflazo que Chaverra no logró desviar, a pesar de tocar la pelota.

Dos minutos después, luego de un contrataque, Teo protagonizó otra buena asistencia y Cetré facturó una nueva diana. Así como Tolima arregló a Junior en cuatro minutos el domingo pasado, ‘el Tiburón’ se reivindicó e hizo lo propio ante Cúcuta, demostrándole a muchos (no solo a Iván Valenciano) que todavía no está muerto, que sigue vivito, goleando y peleando por llegar a otra final.