Nueva final. Nueva ilusión. Nuevo objetivo. La gloria para el ‘Tiburón’ vuelve a estar a un solo paso. Así como lo hizo en el segundo semestre de 2018 y en el primero de 2019, Junior espera volver a alcanzar una estrella que haga más fuerte la hegemonía que ha impuesto en el fútbol de nuestro país. Sin duda, la época más gloriosa de su historia.
Los rojiblancos saltan hoy al mítico gramado del estadio Metropolitano Roberto Meléndez para buscar un tricampeonato único, memorable, e histórico. Los dirigidos por Julio Comesaña quieren más. No se conforman con los dos títulos de Liga y el de la Superliga conseguido en el último año. Ahora se propusieron inmortalizarse en el tiempo alcanzando la décima estrella, el tricampeonato, algo difícil de creer hace poco tiempo atrás, cuando luchaba por sobresalir entre las fuertes críticas por tantas finales perdidas, tantas desilusiones y tantos golpes recibidos a ego, a su moral, a su corazón.
Al frente estará, esta vez, el América de Cali, con toda su grandeza y su historia a su espalda, jugando su primera final de Liga, tras su regreso a primera división hace tres años.
Partido con historia, con un sazón especial. Dos grandes que vuelven a encontrarse en un partido decisivo por el título, como ocurrió en 1993, 1995 y en el 2000, por mencionar tres años recientes e inolvidables en que el ambos equipos pelearon cara a cara, repartiéndose la gloria, con dos triunfos para el ‘Tiburón’ (93 y 95) y uno para el cuadro escarlata (2000).
Para este primer duelo de la final de la Liga Águila II-2019 no hay favoritos. Quizá la balanza trate de inclinarse un poco para el lado rojiblanco, por todo lo conseguido recientemente, pero América llega también pisando fuerte, luego de dejar en el camino a rivales encopetados como Cali y Santa Fe.
Junior no se confía. Sabe que para alcanzar la décima estrella tendrá que aportar sudor y sangre. Nadie le regalará nada, y menos América, que llega hambriento de gloria, tras vivir la época más oscura de su historia, luchando en el difícil mundo de la ‘B’.
Comesaña por eso pondrá lo mejor de su nómina, con Viera, Mera, Rafa Pérez, Cantillo, Teo y compañía, quienes hacen parte de la columna vertebral de un equipo ambicioso, que no se cansa de ganar. Todos apoyados por un equipo experimentado, que sabe moverse en este tipo de instancias y que una vez más demostró que está hecho hierro, clasificando en un grupo en el que lo daban por muerte desde la primera jornada.
El primer ‘round’ se jugará en un Metropolitano lleno, colorido, entusiasta, fortalecido, que quiere ver al Junior seguir haciendo historia de la mano de Julio Avelino Comesaña. El Tiburón quiere más.