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A Sebastián Viera le tocó buscar sombra al llegar a Cali. El arquero de Junior, en medio del acoso y el cariño de aficionados rojiblancos y del propio América, se abrió paso y siguió raudo en busca del bus que debía recoger a los jugadores tiburones al salir del aeropuerto internacional Alfonso Bonilla Aragón. Sin embargo, el uruguayo lo único que encontró fue una temperatura infernal que este jueves osciló entre los 28 y 32 grados centígrados, según varias aplicaciones climáticas y páginas web especializadas en el estado del tiempo.

Nada distinto a la fuerte temperatura de Barranquilla, eso sí, con menos humedad.

'Solo falta que el estadio se llame Metropolitano y la gente se pinte de rojiblanco para que sea todo igual, vamos a estar como en casa, je', dice Sebastián Viera en un breve diálogo con EL HERALDO mientras que esperaba el arribo del automotor.