Llegó cabizbajo. Miguel Ángel Borja fue el único jugador del Junior que atendió a los medios de comunicación a su llegada a Barranquilla luego de la derrota 3-0 ante el Independiente del Valle, en el estadio Atahualpa de Quito, en la segunda fecha del grupo A de la Copa Libertadores de América.
El delantero cordobés dejó ver su dolor y espera que el mal momento que vive el equipo en el torneo continental pase rápido. 'Creo que sabíamos que no iba a ser fácil, fue un resultado muy doloroso para nosotros, íbamos con ilusión, desde que salimos de Barranquilla no fue fácil, la llegada a las 4 de la mañana a Ecuador, pero bueno, eso es lo que hay, debemos seguir trabajando', expresó ayer el atacante rojiblanco mientras salía del aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla.
Borja considera que en los goles que le marcaron al equipo no hubo errores, le da más crédito a los rematadores. 'No entraron al área cuando hicieron los goles, creo que fueron más virtudes de ellos que errores de nosotros, pero creo que la altura no es fácil y más con el balón con el que se juega en la Libertadores. La dos derrotas nos duelen', dijo el delantero.
Miguel Ángel Borja se marchó triste, pero con la esperanza de que todo mejorará.