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Después de la jornada de fútbol intenso, de ritmo vertiginoso, frenético, ofensivo, estético y de ida y vuelta que brinda la Liga Premier, donde el Tottenham le propina un 6-1 al Manchester United y el Aston Villa golea 7-2 al Liverpool, deleitando la retina y poniendo a latir el corazón, por estos lares, al otro lado del charco, tocó apreciar el bochornoso espectáculo que brindaron Junior y Patriotas en un partido de la jornada 11 de la Liga con más bostezos que emociones, con más pifias que aciertos, con mucha decepción y nula admiración.

Fue un 0-0 mediocre desde diversos puntos de vista. Cero en todo. Por momentos parecía un duelo entre casados y solteros. Lento, monótono y con permanentes, abundantes y desesperantes imprecisiones. Blooper tras blooper avanzó el encuentro en una cancha igual de deficiente que el trámite del juego. La grama estaba tan alta, que los guayos de los jugadores desaparecían. Para colmo de males, en la transmisión de televisión, por una cuestión de contraluz (porque hay dificultades para grabar del otro lado), no se vio la demarcación del terreno de juego durante gran parte de la etapa inicial.

Cuando el sol se ocultó, se pudieron apreciar mejor las áreas, la bomba central y las rayas que marcan la zona de acción. Lo que no se pudo ver nunca fue buen fútbol.

Los arqueros estaban cerrando el primer tiempo con el buzo inmaculado y los guantes sin estrenar. Solo en la agonía del primer período se presentaron algunas escaramuzas en el área rojiblanca, en las que José Luis Chunga respondió con seguridad.

Junior, que ante Envigado no había construido ni una sola opción de gol, tampoco hacía ni una pared siquiera en el área de Patriotas hasta el minuto 45 cuando ‘Cariaco’ González y Cetré desperdiciaron rebotes que les quedaron servidos de frente al arco en la seguidilla de una misma jugada. Un partido y medio pasó para que los dirigidos por Luis Amaranto Perea se acercaran con verdadero peligro en la competencia liguera.

Después de la soñolienta primera parte, no mejoró demasiado la segunda. Seguía la pasividad, las excesivas precauciones, los desaciertos para pasar el balón, la falta de agresividad y dinámica en ambos bandos, pero, así, a media marcha, con escasa ambición, determinación y agresividad, Junior logró producir algunas opciones de gol a su manso rival, pero Michael Rangel se descachó un par de veces y varios centros y pases no encontraron rematadores puntuales.

Patriotas, que al principio del segundo período provocó un par de sustos en la cabaña de Chunga, quien a volvió mostrarse bien parado, reflejó por qué es uno de los coleros del campeonato y no ha ganado un solo partido hasta ahora. Solo le faltó marcarse un autogol.

Aunque Tunja no ha sido históricamente una plaza fácil para Junior, Perea y sus pupilos se conformaron demasiado con el puntico. Aunque lo niegue, los cambios conservadores que se presentaron lo evidenciaron. Se prefirió punto en mano que ir en busca de más. Por eso y todo lo demás es un empate mediocre.