Era evidente su felicidad. Sebastián Viera recordó viejos tiempos y se sintió como en casa en el Gran Parque Central, el estadio del Nacional de Uruguay, que fue el club en el que se formó como guardameta y en el que debutó profesionalmente.
Junior entrenó ayer en la sede del llamado ‘Decano’ y Viera fue el más alegre de los Tiburones. Ese es el club de sus amores en territorio charrúa.
El guardameta de 37 años de edad, capitán e ídolo de los rojiblancos, jugará por segunda vez en su país con el buzo juniorista. Ya lo había hecho en 2016 contra Montevideo Wanderers, también en la Copa Sudamericana.