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Misión cumplida. Sin brillo, dejando más preocupación que satisfacción, más dudas que certezas, Junior empató 0-0 ante Plaza Colonia y avanzó en la noche de este jueves a los octavos de final de la Copa Sudamericana, donde se medirá al Unión La Calera, de Chile, que eliminó al Deportes Tolima.

Menos mal que el rival era manso. Los Tiburones no jugaron con la suficiente consistencia, inspiración y acierto para superar a un adversario con un planteamiento básico y sobreprotector de su arco, pero con nula asociación y escasísimas armas ofensivas para hacer daño. Aun así, con todas sus limitaciones, el suspenso en torno al desenlace de la serie se mantuvo hasta el último minuto ante la estrechez de la diferencia lograda en el juego de ida en Uruguay (1-0, con gol de Teófilo Gutiérrez).

En la etapa inicial, Plaza Colonia se mantuvo fiel a su libreto de atrincherarse atrás y disparar ante cualquier insinuación local. El equipo uruguayo cercó el mediocampo y minó el borde de su área. Todos los caminos hacia el arco de Santiago Mele estaban cerrados, sobre todo los que intentaba transitar Teófilo Gutiérrez, que siempre tenía la pegajosa marca de algún charrúa.

Los rojiblancos controlaban totalmente el balón, pero no hallaban la forma de penetrar el blindaje del adversario. Junior era como una mosca en una ventana. Chocaba una y otra vez sin buscar otra salida. El equipo quería avanzar a punta de toques y era imposible. Hacía falta encare, gambeta, mano a mano, uno a uno, desborde, centros, agresividad, determinación. Mayor atrevimiento para romper la monotonía en la cual se movía el juego.

Hinestroza, como casi siempre, trataba de ser disruptivo y protagonizó un par de acercamientos por la izquierda que no logró redondear con un buen centro. Gabriel Fuentes se le arrimó en algunas ocasiones procurando armar la sociedad que surcara el territorio visitante. Sin embargo, le faltó sal y pimienta a esa receta. 

Tampoco tuvieron buen sabor los intentos de asocio entre ‘Cariaco’ González y Marlon Piedrahíta por la derecha. Ni por izquierda ni por diestra cuajaron los acercamientos anfitriones. 

Casi todo el primer período transcurrió sin emociones en las áreas. Plaza Colonia solo le vio la cara a Viera en un par de pelotas quietas, su gran apuesta ofensiva en medio su planteamiento ultraconservador. La típica fórmula uruguaya.

Junior, en la agonía del primer tiempo, llegó en una buena acción colectiva sin final feliz porque el tiro de Borja fue bloqueado por la maraña de piernas del Plaza. También con un pase filoso de Leonardo Pico que Hinestroza pateó de jonrón.

En el segundo período, Junior le agregó un poco de más entusiasmo, solo un poco. No alcanzaba para someterlo y superarlo. En medio de la falta ingenio juniorista, el Plaza se animó a salir un poquito más de su madriguera, pero ahí se empezaron a hacer evidentes sus falencias ofensivas. No lograban dar más de cinco pases seguidos y en el juego aéreo, que parecía ser su único camino hacia una sorpresa, Rosero y Mera salieron airosos en ambas áreas. El primero casi anota con un cabezazo que golpeó el larguero. 

El ingreso de Edwuin Cetré le dio mayor picante al ataque. El atacante se rebuscó varias faltas peligrosas que después no encontraron buenos cobradores. En el tramo final, Carmelo Valencia y Didier Moreno contaron con opciones para anotar, pero estuvieron completamente desatinados. Menos mal el rival era manso.