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Se refrescó el ambiente. La victoria 2-0 ante Millonarios no fue la más emocionante y vistosa, pero calmo las aguas del Tiburón. No hay duda. La tormenta de críticas arreciaba y la implacable guillotina de los entrenadores amenazaba a Luis Amaranto Perea, pero el triunfo frente a los azules, el martes anterior, le dio oxígeno al antioqueño y a sus dirigidos.

Sin embargo, solo fue un respiro, una batalla ganada, la guerra continúa para Junior y se traslada a una plaza en la que se perdió 2-1 ante Chicó, el sábado pasado: el estadio La Independencia de Tunja.

Ese duro tropezón ante los Ajedrezados puso en jaque la continuidad de Perea y aumentó la presión de la hinchada y la prensa. Fue como una gota que rebosó la copa en medio de un inconformismo por la forma de jugar del equipo.

Junior jugó mal y completó tres jornadas sin ganar. Por eso el panorama se ensombreció. Los tres puntos ante los ‘Embajadores’ encendieron la llama de la ilusión y se espera que no se apague en una nueva visita al escenario tunjano, este sábado a partir de las 8 p.m., en la décima jornada de la Liga I.