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Así como ante Chicó, Junior volvió a darle vida a un rival moribundo en la Liga. El ‘Tiburón’ fue superado este sábado al caer 1-0 frente a Patriotas, en el estadio La Independencia de Tunja, donde volvió a venirse con las manos vacías.

Esta vez fue un tanto de Héctor solano el que dejó frío a los rojiblancos, que fueron de más a menos durante los 90 minutos.

La primera parte fue para el olvido, un homenaje al bostezo. El local mostró muy poco, solo un cabezazo desviado de Mateo Rodas, a la salida de un tiro de esquina, inquietó, medianamente, los predios defendidos por el arquero Sebastián Viera.

Junior mostró un poco más, sin pasarse, eso sí, la delgada línea entre lo normal y lo destacado. Los rojiblancos reflejaron más deseos, ganas, un poco más de intensidad. Presionaron en campo rival, pero sin generar claro peligro, a excepción de un remate de Pajoy, desde un costado, aprovechando un mal rebote del arquero Mosquera, que luego corrigió, y otro disparo de media distancia de Fabián Ángel, que exigió nuevamente al cancerbero local. Simples chispazos, que no cambiaron el destino de un primer tiempo sin muchas emociones y que ‘bajó el telón’ con un opaco, desteñido y aburrido 0-0.

Pero a este Junior no necesitas ofenderlo tanto para hacerle daño. A la primera de Patriotas, gol del local. Sencillo. Héctor Solano sacó un ‘misil’ de su pierna izquierda, que sorprendió al arquero Sebastián Viera, que no pudo hacer nada para contener el disparo.

Sin hacer mucho, sin merecerlo, quizá, el local se ponía arriba y Junior volvía a remar en contra de la corriente, como casi siempre le ha tocado en esta Liga BetPlay I-2021.

Junior sintió el golpe. El gol en contra fue un ‘baldado de agua fría’. El local mejoró, aprovechando que el rival quedó ‘grogui’ y comenzó a generar peligro.

Amaranto, consciente de la situación, movió sus fichas buscando una reacción de sus dirigidos y envió tres cambios de inmediato a la cancha: Juan David Rodríguez, Edwuin Cetré y ‘El Chino’ Sandoval por Didier Moreno —de opaco partido—, John Pajoy y Carmelo Valencia.

Minutos más tarde entró Fabián Sambueza. Como quien dice, toda la ‘carne’ que pudo llevar a Tunja, la mandó al asador de forma desesperada. Pero no pasó nada. Fueron solo piernas frescas, pero ninguno con ideas nuevas, ninguno con la claridad que se necesitaba para perforar la férrea defensa patriótica, que se tomó confianza con el triunfo en el bolsillo.

Y no alcanzó para más. Se jugó hasta donde la cancha o más bien el gramado, en pésimo estado, dejó. Una completa vergüenza para una Liga que pretende venderse como de ‘primer nivel’. Junior sigue sin convencer.