En la agonía del juego, cuando más cerquita estaba de cantar victoria y levantar los brazos ante River, Junior bajó la guardia y terminó lamentando un empate 1-1 con sabor a derrota, en la noche de este miércoles en el estadio Romelio Martínez, con el sonido de fondo de las bombas de estruendo y las sirenas de la Policía que evitaron que manifestantes del Paro Nacional boicotearan el desarrollo del partido.
Los ‘Tiburones’ pegaron primero con un golazo de Miguel Borja al minuto 19 y pusieron contra las cuerdas al ‘Millonario’, pero les faltó el ‘gol-pe’ de gracia para encaminar más el triunfo y evitar la frustración que se presentó en el tiempo de adición (90+1) con el certero cabezazo del chileno Paulo Díaz.
Junior tomó el control del balón y del juego de inmediato. En solo dos minutos de acción, Franco Armani ya se había ensuciado el buzo con sendos remates de Borja y ‘Cariaco’ González.
River, que salió con un equipo con pocos titulares pensando en el superclásico ante Boca Juniors, el próximo domingo en los cuartos de final del torneo argentino, perdió la esencia de su juego ofensivo y de presión.
Marcelo Gallardo dispuso un conjunto más para esperar que para buscar el arco de Viera. Pero más allá del planteamiento visitante, Junior imponía las condiciones con buena cohesión colectiva y total concentración y actitud de sus jugadores.
Todos estaban metidos de lleno en el desafío deportivo a pesar de lo que sucedía afuera. Las bombas de estruendo con las que la Policía trataba de repeler a los manifestantes retumbaban en el escenario y en un momento, del minuto 22 al 25, se pausó el juego porque los jugadores sintieron los gases lacrimógenos que se lanzaron en los incidentes en zonas aledañas al escenario.
Ese Junior enchufado, enérgico, picante y ambicioso encontró recompensa en una magnífica jugada colectiva en la que participaron ‘Cariaco’, Pajoy y Borja con gran calidad.