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Seguro se fastidió. Probablemente frunció el ceño, refunfuñó y chistó cuando perdió la titular sin razón. Apenas lógico. Hómer Martínez fue el mejor jugador de Junior en el último torneo del año anterior y se esperaba que se mantuviera en el onceno estelar a pesar de la llegada al banco técnico de Juan Cruz Real en lugar de Arturo Reyes.

Lo hecho bajo el mando del samario parecía avalarlo en el comienzo de la era del argentino, pero no fue así de entrada. Le tocó esperar, remar y demostrar. Cruz Real parece tener la convicción de que sus dos zagueros titulares, al menos los de su predilección en este momento, son Dany Rosero y Jorge Arias.

A Martínez lo ve más, por su estatura, físico, técnica, pegada y otras características futbolísticas, como un mediocentro, una posición que es natural para el malambero de 24 años de edad. La conoce a la perfección. Ahí jugaba en el Barranquilla FC y por su desempeño desde esa zona lo vincularon al cuadro rojiblanco cuando el entrenador era Luis Fernando Suárez en 2019.

El ahora timonel de la selección de Costa Rica fue el primero que en los ‘Tiburones’ lo ubicó como defensa ante una urgencia por escasez de alternativas en ese puesto. Luego, ya en 2020, cuando fue cedido a préstamo al Atlético Bucaramanga, Martínez jugó toda la campaña como back central. Se lució, creció como jugador y retornó al equipo de sus amores, donde la está rompiendo como zaguero o volante.

Ninguno de los dos puestos le ha quedado grande. En ambos ha respondido, en los dos ha hecho méritos para jugar. No se arruga, no se amilana, no se achica. Ese es su mérito, aunque lo muevan de zona o lo releguen a la banca, no baja los brazos, no se rinde, no se echa a llorar, no se hace víctima. Se esfuerza y se entrega al máximo cuando le dan el chance.

'En las dos posiciones me siento cómodo. En el lugar que el profe disponga siempre estaré presto para aportar lo mejor de mí, y si eso le suma al equipo, estaré siempre listo', afirmó el Martínez después del triunfo 2-1 ante Águilas, el pasado lunes 7 de febrero.

Hómer quizá no tenga un talento superlativo como se les ha visto a muchos jugadores juveniles que surgen en el país que deslumbran y dan de qué hablar desde su debut, pero le sobra la determinación y la tenacidad que les queda faltando a los otros para consagrase, progresar y no marchitarse como flor de un día.

El trabajo, la disciplina y el carácter que derrocha en los partidos y en los entrenamientos, en los grupales y en los individuales (porque toma mucho de su tiempo libre para seguir preparándose y evolucionando), lo puede llevar más lejos. Al menos no lo dejará estancarse.

Si no permite que se le suban los humos a la cabeza, si mantiene los pies en la tierra, el hambre de gloria y la plena decisión de imponerse en el club de su tierra, seguirá en la alineación principal.

'Estamos muy conformes con lo que Hómer está haciendo', dijo Cruz Real en la rueda de prensa posterior al partido que Junior le ganó 3-1 al Unión Magdalena, el sábado anterior en el estadio Metropolitano, donde el mediocampista atlanticense tuvo una efectividad del 95% en sus pases, 37 fueron correctos, solo dos imprecisos, según Datafactory, proveedor de estadísticas de EL HERALDO.

De las 10 recuperaciones, tres fueron protagonizadas por Martínez. Solo cometió una falta. Hómer es uno de los cuatro jugadores que han estado en los 10 partidos de Liga que Junior ha jugado este año hasta ahora.

A pesar de su ímpetu y vigor para jugar, no ha sido amonestado. Pero eso, que para muchos no es una virtud en un zaguero o en un volante de marca, no es lo mejor de Hómer Martínez. Su tenacidad es lo que le está dando frutos.