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Nunca se esconde. Sebastián Viera, como buen capitán, le pone el pecho a la tormenta y asume con valentía y humildad su parte de responsabilidad en la derrota 4-3 en el hollywoodense partido ante Deportivo Pereira, el domingo anterior en el estadio Hernán Ramírez Villegas, de la capital de Risaralda.

El arquero de Junior fue protagonista del final de película que presentó el juego de la primera jornada de los cuadrangulares semifinales de la Liga II, y da la cara, como suele hacerlo en las buenas, en las aceptables, en las regulares, en las malas y las paupérrimas. Siempre aparece.

El frenético, cambiante y emotivo desenlace del compromiso dejó atrás el comienzo parco y amarrete de los ‘Tiburones’, la demora de Julio Comesaña para efectuar las sustituciones, los permanentes titubeos defensivos y el caos del equipo en las situaciones apremiantes. Todo se enfocó en las expulsiones de Carlos Bacca y Sebastián Viera, que sin duda minaron a Junior en su mejor momento y le dieron aire al Pereira.

Viera habló con EL HERALDO de su expulsión, de lo dura que ha resultado la resaca de la derrota y de lo esperanzado que se encuentra en una reivindicación. Trata de ponerle buena cara al mal tiempo, ilusionado con que el sol brillará para Junior.