No hay mal que dure 100 años. Por fin llegó el triunfo a Junior. Por fin los rojiblancos volvieron a celebrar con su afición. Por fin el ‘Tiburón’ saboreó la mieles de la victoria y por fin Arturo Reyes se va a casa con la tranquilidad que brinda el haber conseguido su primera alegría al frente del barco rojiblanco.
Pese al buen partido que realizó, los rojiblancos sufrieron más de la cuenta para vencer (1-0) a una ordenada Equidad, que como siempre, vende cara su derrota cada vez que pisa el gramado del estadio Metropolitano.
Arturo Reyes ‘pateó el tablero’, buscando una reacción que llevara a su equipo a conseguir una victoria que le era esquiva desde el 30 de octubre de 2022, cuando vencieron a Jaguares en la última jornada del ‘Todos contra todos’ del torneo anterior.
Sí, pasaron 12 partidos para que Junior volviera a sumar de a tres. Y pasaron seis para triunfar en casa, su fortín, ese que venía siendo profanado por todo el que venía últimamente.
Ayer, pese a que el triunfo fue ajustado, la afición despidió al cuadro barranquillero en medio de cánticos, como celebrando el reencontrarse con esas sensación hermosa que brinda el dulce y deseado sabor de la victoria.
Desde el pitazo inicial, los rojiblancos salieron a buscar el partido presionando en campo rival, con ganas de dar —¡por fin!— el golpe que les brinde la tranquilidad que pedía a gritos este nuevo proceso.
‘Juanfer’ tomó las riendas del equipo, acompañado de la combatividad de Jhon Vélez y los chispazos del ‘Chino’ Sandoval y Carlos Bacca, este último nuevamente negado con el gol.
Fue una primera parte marcada por la superioridad de un local que tenía el control, pero que, como en partidos anteriores, le costaba dar la puntada final, pese a generar opciones.
Cuando parecía que el telón de la primera parte bajaría con el 0-0, Jhon Vélez se inventó un pase ‘estratosférico’, para dejar mano a mano al ‘Chino’, la apuesta de Reyes para este partido, que definió con tranquilidad, ante la salida del arquero asegurador.
El 1-0 generó calma, tranquilidad, alegría. La eufórica celebración del tanto rojiblanco —participaron hasta los que estaban en el banquillo— demuestra el peso que cargaba un equipo que buscar revertir el irregular presente que vive, pero que no ha contado con la suerte necesaria para hacerlo.
El segundo tiempo fue más de lo mismo. Un solo equipo en el campo, el Junior, y un rival que vino a Barranquilla a no perder —el empate era el objetivo—, porque se mostró poco ambicioso para dar un golpe en el ‘Metro’.
Carlos Bacca lo tuvo en un contragolpe liderado por ‘Juanfer’ Quintero y la Equidad respondió con un tiro libre de Londoño que se estrelló en el vertical, siendo esta la única aproximación clara de los aseguradores en la fresca noche currambera.
Equidad fortaleció su ‘muralla’ defensiva y puso a sufrir a un Junior que intentaba, pero le costaba llegar con verdadero peligro.
Reyes movió el banco buscando una última reacción, buscando ese segundo gol que le brindará tranquilidad ante un rival que estaba a la espera de su momento para dar el golpe. Pero ese momento nunca llegó. Junior sufrió poco en defensa, pero sí tuvo presentes fantasmas del pasado cada vez que se aproximaba y veía que las opciones se dilapidaban una y otra vez.
Al final, triunfo con lo justo, pero revitalizador. Reyes se abrazó con sus asistentes y salió raudo al vestuario, dejando todo el protagonismo a sus dirigidos, que ayer le dieron un ‘espaldarazo’.