Jaime Pumarejo removió la nostalgia. La visita del alcalde de Barranquilla al estadio Metropolitano para recorrer las obras que se están realizando en los baños, develó un viejo símbolo de Junior que era infaltable en cada cita futbolera.
Entre polvo, telarañas y olvido, debajo de la tribuna noroccidental del escenario, el mandatario Distrital notó la presencia de la tradicional mascota del equipo rojiblanco, aquella que sepultó el primerizo apodo de ‘Miuras’ para darle paso al eterno ‘Tiburones’.
Ese escualo artesanal, hecho de alambre, papel y esponja, que ocultaba la cabeza y descansaba sobre los hombros de Óscar Borrás, el señor de abdomen pronunciado que todos conocen como ‘el Tiburón Borrás’, estaba ahí a oscuras y abandonado.
Tal vez era el sitio en el que Óscar lo escondía para no tener que estar trasladándolo desde la casa cada vez que había partido. Cualquiera podría pensar que es un cachivache, pero para la hinchada de Junior es una reliquia y así lo hizo ver a través de redes sociales.