El inconformismo es total. La hinchada de Junior estalló en contra de los jugadores y el cuerpo técnico del equipo en cabeza de Arturo Reyes en medio del partido que perdió 2-1 ante Envigado, este domingo en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez.
La afición, que adquirió 26 mil abonos al principio de la temporada, ilusionada con una buena campaña y, sobre todo, con la llegada de Juan Fernando Quintero, se acercó a las tribunas del ‘Metro’, a pesar de la eliminación en la Copa Sudamericana ante Tolima, y apoyó con energía en pro de la victoria.
Sin embargo, después del primer gol de Envigado, anotado por Henry Mosquera, al minuto 54, el panorama se empezó a oscurecer y explotó toda la frustración e inconformismo con un grupo de jugadores que no han justificado su presencia en el equipo.
Solo salvaron a Juan Fernando Quintero, que ha venido mostrando compromiso y su calidad como futbolista.
'Que se vayan todos, que se quede ‘Juanfer’ solo', era uno de los coros que entonaban en medio del marcador adverso.
Era el más decente, los demás exigían, con palabras fuertes e insultos que los jugadores mostraran más testosterona en los partidos.
El venezolano Luis ‘Cariaco’ González, cuando fue sustituido, recibió una sonora silbatina y una lluvia de insultos, mucho más cuando pateó con rabia un balón en su retirada hacia el banco.
Pero el principal blanco de gritos, insultos, y hasta de algunos guijarros que se disparaban desde la gradería de occidental, era Arturo Reyes. El samario, impotente y desconcertado en la raya por lo que estaba pasando en la cancha, era al que más culpaban de la actual situación del equipo, que es último con solo seis puntos de 24 posibles.
'Ya se va, ya se va, Reyes ya se va', coreaban al unísono en el estadio.
El segundo gol de Envigado terminó de caldear los ánimos y de detonar un ambiente completamente adverso.
El golazo de Juan Fernando Quintero, sus pinceladas de buen fútbol y sin incansable compromiso fueron las únicas cuestiones aprobadas por la afición.
‘Juanfer’ fue el único que salió en medio de aplausos de parte de la afición. El paisa, con la cabeza gacha, serio y cómo apenado, se retiró hacia el camerino.
Los jugadores del Envigado, que tiene un promedio de edad de 22 años, también se fueron aplaudidos por los rojiblancos.
A todos los demás, los chiflaron. Reyes se metió en el ‘gusano’ inflable bajo protección de los escudos policiales.