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Junior arrancó con el pie izquierdo en la Liga II-2023. Los rojiblancos cayeron este sábado 1-0 ante Águilas, en el ‘Metro’. Pero más allá de la derrota, ‘el Tiburón’ mostró una imagen para el olvido, sin fuerza, sin generación, sin ideas, sin esa hambre que se necesita para imponer condiciones ante su gente.

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La expulsión de Jhon Vélez, al minuto 55 de juego, puso las cosas contra la pared. Pero la verdad es una sola, Junior ni con once —en igualdad de condiciones— fue superior a su rival, que con orden y practicidad se llevó tres puntos de oro para el ‘nido’ de las Águilas.

Los dirigidos por el venezolano Cesar Farías pusieron contra las cuerdas al local desde el pitazo inicial. No necesitaron ser un caudal ofensivo, simplemente se pararon mejor en la cancha y con dinámica, inteligencia y actitud se adueñaron del juego, protagonizando las opciones más claras del compromiso.

Una salvada del defensor Emanuel Olivera, el mejor de Junior, y una pelota que pegó en el palo de Marco Pérez ahogaron el grito de gol dorado en los primeros 45 minutos, donde Junior no generó opciones clara de gol, sacrificando a sus dos hombres en punta: Gonzalo Lencina y Carlos Bacca.

Perdidos Hinestroza y Berrío, los rojiblancos no encontraron las vías para surtir de opciones a sus dos atacantes. Pablo Rojas lo intentaba, pero carecía de ingenio, mientras que los laterales se proyectaban, pero no culminó ninguna de esas subidas al ataque, especialmente por el costado de Wálmer Pacheco.

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Si la primera parte dejó sin uñas a los hinchas rojiblancos de la desesperación, la segunda fue una pesadilla, especialmente cuando a Jhon Vélez se le ocurrió frenar un ataque del rival con una falta violenta, que el árbitro Jorge Duarte no dudó en sancionar como expulsión.

Junior no tuvo fuerzas para reponerse de ese golpe, pese a los intentos del ‘Bolillo’, que metió cambios más por desespero y necesidad que por convicción. Ninguno de los que entró respondió y Junior le facilitó el trabajo a un rival que controló con inteligencia el juego.

Las cosas fueron de mal en peor con la mano infantil del ‘Tití’ Rodríguez dentro del área, que terminó desequilibrando la balanza. Penal para Águilas, que transformó en gol Marcó Pérez con un remate al centro, que dejó sin posibilidades al arquero uruguayo Santiago Mele.

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Junior no tuvo ni fuerzas ni ingenio ni energías para, por lo menos, incomodar al rival, que terminó tranquilo, controlando con inteligencia esos minutos finales. No había necesidad de arriesgar y no lo hizo, regalándole el balón a un equipo rojiblanco que no sabía qué hacer con él.

Junior deja una imagen opaca en su debut. Fue, sin duda, una continuidad del desdibujado equipo que no dio ni para entrar dentro de los ocho el semestre anterior. Solo se salva el argentino Emanuel Olivera y algunos chispazos de Hómer Martínez y Santiago Mele.

Peor arranque, imposible, y así se lo hizo sentir la afición rojiblanca a su equipo y al cuerpo técnico, que se fueron a los camerinos en medio de rechiflas y el rechazo general de las aproximadamente 15 mil almas que se reunieron en el ‘Coloso de la Ciudadela’ para ver los primeros pasos del Junior del ‘Bolillo’ en este segundo semestre del año. Decepción total y muchas cosas por corregir.