Compartir:

Un grito de júbilo invadió el estadio Metropolitano y cada rincón de la ciudad cuando el árbitro Wílmar Roldán dio el pitazo final al partido entre Junior y Tolima. Y no era para menos. Un mar de emociones se vivió durante los 95 minutos del encuentro futbolístico que significó el paso del equipo Tiburón a la final de la liga.