No importó la fiesta roja en el estadio. No importó el triunfalismo de una hinchada fervorosa. Junior dejó, una vez más, en silencio el estadio Atanasio Girardot y coronó su décimo título en el fútbol colombiano.
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No hubo presión. No hubo público que contara. Junior sacó la jerarquía y, por tercera vez, se coronó campeón en la capital de Antioquia. Ya lo había hecho en 2004 (ante Nacional) y 2018 (ante el Dim).
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Pese al espectacular marco con el que los hinchas del ‘Poderoso’ recibieron a su equipo, el cuadro rojiblanco no se intimidó, no se resguardó y salió a flote cuando parecía que naufragaba.
Los dirigidos por el técnico samario Arturo Reyes, que protestaba con todo cualquier decisión del árbitro central Nicolás Gallo, intentaban disputarle la posición a los locales.
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Inclusive avisaban con algunas escapadas de sus ‘cuatro fantásticos’, que no estuvieron en su mejor noche. Todo lo que preparó Reyes tuvo un bajón a los 13 minutos. Un buen centro de Edwuin Cetré encontró a Joaquín Varela, quien le ganó en el salto a Jermein Peña y anotó el 1-0.
