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Es momento de encender las alarmas. Ya hay que preocuparse. Junior acumuló su tercera derrota consecutiva, ¡y sin anotar gol!, al caer 3-0 ante Independiente Santa Fe, este miércoles en el estadio Nemesio Camacho El Campín, de Bogotá.

Agustín Ramírez (31), Julián Millán (39) y Francisco Chaverra (77) anotaron los goles del cuadro capitalino.  

El partido comenzó pésimo para ‘el Tiburón’ por la lesión de Rafael Pérez. El cronómetro marcaba poco más de un minuto cuando el cartagenero tuvo que ser sustituido. No había defensas centrales en la banca y Arturo Reyes mandó a la cancha al volante Diego Mendoza para que reemplazara a Hómer Martínez, que pasó jugar como zaguero.

Santa Fe, con mucho esfuerzo físico y el aliento de su público, trató de encerrar a Junior y presionar su salida. Los dirigidos por Arturo Reyes nunca estuvieron cómodos en toda la etapa inicial y no pudieron desarrollar un juego de posesión y claridad.

El local, repleto de ganas y combatividad, impuso las condiciones y empezó a poner contra las cuerdas al ‘Tiburón’, que en medio de sus desaciertos para apropiarse del balón, salir desde el fondo y mantener a raya al rival, logró contar con espacios y posibilidades para anotar gol, pero los desatinos de Bacca y Chará dieron al traste con el objetivo.

Caicedo aparecía a cuentagotas y solo Enamorado prometía peligro con su habilidad individual. Los laterales y los volantes de marca no respaldaban la propuesta ofensiva. Había un Junior con cuatro hombres para atacar y con seis para defender más Mele.  

No existía armonía, cohesión y proximidad entre las líneas. Junior era completamente vulnerable y Santa Fe, que tenía varias goteras en la retaguardia, encontró dos goles que le pusieron el viento totalmente a favor.  

Agustín Ramírez y Julián Millán aprovecharon rápidas jugadas en el área, en medio de rebotes y con Junior saliendo, para escabullir el fuera de lugar, pescar el balón y anotar y poner el 2-0.

Mientras Santa Fe era certero, Junior seguía fallando en la resolución de sus jugadas de ataque. Chará desperdició una que le cedió Caicedo en la única acción que generó el extremo, que continúa lejos de su mejor nivel.

En el segundo tiempo, con tanto para corregir, Reyes solo ingresó a Marco Pérez en lugar de Carlos Bacca, y el equipo mejoró en la circulación del balón, pero mantuvo sus imprecisiones en los pases decisivos y en los remates al arco. 

Chará fue el principal exponente de la carencia de exactitud que pudo haber acercado al equipo al empate.

La entrada de ‘Cariaco’ le dio algo de chispa a la ofensiva, pero no la suficiente. Los otros cambios no se notaron y Santa Fe marcó el tercero en un penalti injustificado de Léider Berrío acabando de entrar al campo.

Hasta el 'ole' se escuchó en El Campín. Vergonzoso tropezón. Junior no funcionó como equipo y estuvo muy por debajo de lo que se espera. Ya hay que preocuparse.