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¡Fiesta en ‘el Metro’! Ni el torrencial aguacero que adornó la antesala del juego dañó lo que fue una noche redonda para Junior. Los rojiblancos empezaron el cuadrangular pisando fuerte, de la mano de su goleador, Carlos Bacca, al vencer ayer 2-1 a Millonarios, con doblete del porteño, que salió del campo ovacionado.

Y sí, fue un triunfo redondo, no solo porque se logró ante un rival directo —aunque en esta instancia todos lo son—, que llegaba con el pecho inflado al ‘Coloso de la Ciudadela’ —traía un invicto de ocho partidos en la Liga—, sino por la forma como se logró, dominando de principio a fin, sin dar chance de reacción a un adversario que no dio para generar peligro en el arco defendido por el uruguayo Santiago Mele.

Junior se vio dinámico en los primeros minutos de juego, de la mano de un movedizo Yimmi Chará y de un inquieto Bryan Castrillón, una de las novedades más importantes de los rojiblancos en su formación titular (la otra fue la presencia del creativo Roberto Hinojoza).

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Todos buscaban a Bacca adelante, que hizo un trabajo interesante de pívot, tratando de liberarse de la marca para quedar en posición de gol con alguna devolución de primera de sus compañeros en ataque.

Esa fue la fórmula que los rojiblancos usaron para ir destrabando el juego, penetrando la línea de cinco defensores y dos volantes de marca que paró el técnico samario Alberto Gamero en el gramado del ‘Metro’.

Fue esa racanería la que le terminó pasando factura a Millonarios, que le costaba hilvanar una acción ofensiva de respeto. Junior aprovechó para adueñarse por completo del balón, buscando —de forma pausada, pero segura— la vía que lo llevara al gol.

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Hasta que llegó. Bryan Castrillón, activo por la banda derecha, le metió un pase al área chica a Carlos Bacca, para que el porteño empujara el balón al fondo de la red (1-0).

El gol a favor no cambió el guion de los rojiblancos, que mantuvieron su estrategia para seguir haciéndole daño a un rival que vino a Barranquilla a no perder.

Millonarios tampoco perdió la cordura, esperando un error del local que le permitiera encontrarse con el empate. Ese que nunca llegó, porque Carlos Bacca amplió la cuenta con el segundo en su cuenta personal.

Penal claro a favor del Junior, que fue avisado por el VAR. El porteño asumió el cobro, sacando un disparo a un costado que se le fue entre las manos al arquero guajiro Álvaro Montero.
Todo parecía dado para que Junior terminara goleando a Millonarios. Los rojiblancos tuvieron el tercero en un par de acciones, pero no aprovecharon para sellar, desde temprano, el triunfo.

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De repente, las cosas se complicaron. Emanuel Olivera vio la tarjeta roja a 10’ del final y la calma que había desapareció.

Luego llegó el error grosero de Jermein Peña, que comete un penal infantil, tras agredir levemente a Leo Castro dentro del área. El VAR avisó y el árbitro Carlos Betancur sancionó.

Leo Castro fue al cobro, engañando por completo a Mele y anotando el descuento para los embajadores, que veían vida en medio de la oscuridad.

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Pero no tenía Junior intención de botar el triunfo ni fuerzas Millonarios para buscarlo. Para lo que sí tenían fuerzas los visitantes fue para pedir, de forma airada, un penal inexistente en el último minuto.

Terminado el juego, los jugadores del cuadro embajador rodearon de forma violenta al juez, siendo sacados del campo por su mismo técnico, Alberto Gamero.

No contentos con el ‘show’ que hacían, terminaron enfrentándose con la policía al momento de irse a los vestuarios. Esos mismos jugadores que dieron ‘cátedra’ de cómo debe comportarse un futbolista dejaron ayer una imagen de malos perdedores.