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Junior se toma un aire, se da un respiro, se sacude las malas energías, levanta la cabeza y vuelve a sonreír en medio del dolor. Los rojiblancos vencieron ayer 1-0 al Deportes Tolima, en Ibagué, y merman un poco el dolor que aún se siente por la eliminación en los octavos de final de la Copa Libertadores a manos del Colo Colo de Chile.

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Los dirigidos por el técnico Arturo Reyes plantaron cara en Ibagué, ante un rival que venía con el ‘pecho inflado’, tras ganar en las últimas dos jornadas ante Equidad y Jaguares.

Sin duda, son más que tres puntos. El irregular presente que vive el cuadro rojiblanco no aguantaba una derrota más, mucho menos su entrenador Arturo Reyes, que, como es costumbre, está en el ‘ojo del huracán’, tras golpe copero.

El entrenador samario movió sus fichas. La eliminación dejó varios mensajes, bien recibidos por Reyes, que dejó en el banco a los irregulares Víctor Cantillo y Yimmi Chará.

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Con Andrés Colorado y Yani Quintero —las dos novedades en Ibagué—, Junior ganó piernas y fuerza en el medio, haciendo frente a un rival intenso, que exigió a los rojiblancos en los primeros minutos del compromiso.

Fueron momentos se incertidumbre para el ‘Tiburón’, que vio cómo la suerte y el arquero Santiago Mele ahogaban el grito de gol pijao en dos claras oportunidades, una de Yeison Guzmán y otra Jeison Lucumí.

Cuando mejor se veía el Deportes Tolima, y parecía que era cuestión de minutos para que abrieran el marcador, llegó el tanto que desequilibró el juego.

Didier Moreno, el mejor de Junior, capturó un balón al borde del área y sacó un remate pegado al vertical, que dejó sin opciones al arquero Juan Chaverra.

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Sí, Dídier, el mismo que tantas veces ha sido criticado, pero que ha sido el mejor de Junior en los que va el semestre, incluyendo ese feo partido ante Colo Colo, donde fue el único que entendió lo que se estaba jugando.

El mediocampista volvió a lavarle la cara a un Junior que la pasaba mal, pero que con ese gol se tomó un nuevo aire en el partido, pasando de ser dominado a dominador, o por lo menos, a darle manejo al encuentro.

Los rojiblancos, que perdieron por lesión a Yairo Moreno y Yani Quintero —no se sabe el alcance de ambas bajas—, salieron para la segunda parte con la intención de amarrar el partido, cerrando sus líneas para evitar una embestida del local.

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Y lo consiguieron, porque Tolima rara vez puso en aprietos al arquero Santiago Mele.

El partido pasó de ser un juego atractivo a uno más rocoso y frenado. De un lado un Junior cumpliendo al pie de la letra el manual, sabiendo que ganaba el partido, y del otro un Tolima sin claridad, que le costó volver a romper líneas, como lo hizo en el primer tiempo de la mano de Yeison Guzmán y Lucumí.

Había que ganar y se ganó. Los rojiblancos dieron un ‘golpe sobre la mesa’ en Ibagué cuando más la hinchada se lo pedía. Una victoria que no solo le da tranquilidad al plantel sino al técnico Arturo Reyes, que sigue aferrado a su puesto, montando a su equipo en la sexta posición de la Liga II-2024, con 11 puntos, a tres del líder, Fortaleza.