Aunque es el presidente más ganador de la historia de Junior, cinco títulos de Liga (1993, 2004 II, 2011 II, 2018 II y 2019 I), Antonio Char Chaljub suele mantener un perfil bajo. Es un poco alérgico a la prensa. Prefiere la prudencia que la exposición mediática.
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No es el más cómodo frente a una cámara o un micrófono. Sin embargo, se despojó un tanto de su personalidad huraña, aceptó la invitación de EL HERALDO y habló ampliamente de la vuelta olímpica que dio el cuadro tiburón hace exactamente 20 años, en el estadio Atanasio Girardot, de Medellín, con su nombre en el máximo cargo directivo del club, con el gol agónico del argentino Wálter Darío Ribonetto y la perfecta ejecución de cinco tiros desde el punto penal.
‘Toño’ Char, como le dicen sus familiares y amigos más cercanos, valora las cinco estrellas en las que ha estado al frente de la dirigencia de la institución, pero admite que la alcanzada en la capital de Antioquia tiene una dimensión peculiar y muy gratificante.
“Ese equipo tuvo un semestre duro porque no había andado bien y tenía mucha resistencia de parte de la afición, y casi todos los partidos que se jugaban acá en Barranquilla eran bastante complicados en ese sentido, pero el equipo logró la clasificación, así sea al final. En el último partido entró en los cuadrangulares y logró clasificarse a la final contra Nacional, que era el mejor equipo. Yo creo que es uno de los equipos mejor conformados en los últimos 20 años del fútbol colombiano. Junior contaba con un buen equipo, pero ellos tenían, sin duda, muchas más figuras y un plantel más amplio. Más hecho también, más experimentado. Junior estaba conformado por muchos jóvenes. Era un plantel con jugadores que habían ascendido en los años 2002 y 2003, y algunos habían debutado en el fútbol en el año 2004, o sea, eran todos jugadores que no tenían más de dos años en el profesionalismo”, recordó Char con satisfacción y orgullo.
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“No se puede decir que los otros títulos sean menos que este. Son diferentes. Este tiene una cosa muy particular y es que era un equipo con una base de jugadores salidos de la cantera. Eso no lo ha tenido ningún otro Junior que se ha coronado campeón”, recalca.
“No es fácil. Independientemente de que puedan salir jugadores, no es fácil. Eso fue un proceso que se fue dando en 2002, 2003 y 2004. Los jugadores fueron saliendo durante esos dos o tres años, se juntaron, pudieron llegar a jugar esa final y la pudieron ganar con la ayuda de dos extranjeros, Ribonetto y Omar Pérez. Fue un título que se ganó realmente con mucha garra, tenacidad y ganas, con futbolistas nuestros”, reitera.
“EL INGRESO DE MACNELLY FUE CLAVE”
En ese último partido en el Atanasio, Antonio Char resalta la inspiración de un jovencito como Macnelly Torres cuando las esperanzas de título se extinguían en medio de una hinchada verde que ya se sentía campeona y celebraba el 5-1 a favor en el marcador (5-4 en el global).
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“El técnico tenía pocas alternativas. Entró Ribonetto en el segundo tiempo y anotó el gol tras una jugada de Macnelly, que también era suplente en ese equipo. Estaba empezando. Macnelly había entrado muy bien. Su ingreso fue la clave del cambio del Junior en los últimos 15 o 20 minutos”, destaca.
“El gol llega de una jugada donde interviene Macnelly y otros jugadores, pero la entrada de Macnelly fue clave porque Omar tuvo con quien asociarse más y eso le dio más posibilidades al equipo”, añade.
En medio de la enorme trascendencia que le da al aporte de los futbolistas del patio, Antonio Char tiene claro y reconoce que la cuota de talento del argentino Omar Sebastián Pérez era totalmente necesaria e imprescindible para redondear el máximo galardón.
“Omar Pérez era la brújula del equipo, sin duda. Que no le quepa a nadie la menor duda, era la brújula”.
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Pérez, que había sido campeón argentino, de Libertadores e intercontinental con Boca Juniors, se incorporó al ‘Tiburón’ en medio de una lluvia de críticas de parte de la prensa local que consideraba inconveniente la contratación de un mediocampista que no había pasado los exámenes médicos en el Porto de Portugal y que salió del cuadro Xeneize por artrosis en una de sus rodillas.
Se filtró que no superó las pruebas médicas y el escándalo fue mayor, pero el técnico Miguel Ángel López insistió en su fichaje. “El ‘Zurdo’ fue clave ahí”, apunta Char, quien reconoce que no estaba muy convencido de finiquitar la vinculación del mediocampista que apenas tenía 23 años de edad.
“Resolvimos pagarle por partido jugado. Fue un poco difícil porque él no estaba de acuerdo realmente en arreglar un contrato por partido. Fue un poquito contra su voluntad, pero es que yo le explicaba a él: ‘yo tengo aquí un informe del médico donde dice que no acepta las condiciones físicas que traes’. Entonces se buscó la manera de arreglar, pero él terminó jugando casi todos los partidos”.
“OMAR PÉREZ NUNCA SE DEBIÓ IR”
Char, de forma jocosa, afirmó que después de salir campeón, le llegó la revancha al argentino. “A mí me tocó sentarme con él y me dijo: ‘¿otra vez me vas a hacer un contrato por partido?’. Obviamente ya no podía hacer eso. Me tocó cambiarle el tema y brindarle un jugo, hablarle de otra cosa. Salió de la oficina con un buen contrato”.
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Después de todo lo que Omar Pérez representó en rendimiento y títulos para Santa Fe, Char Chaljub acepta que fue una equivocación garrafal de la dirigencia de Junior dejarlo partir a finales de 2006 tras su segundo ciclo en el club (después de su paso por Jaguares de Chiapas). Inicialmente jugó en Real Cartagena, luego en Medellín, donde salió subcampeón; y posteriormente en el club cardenal, donde es uno de los máximos ídolos.
“Claro que sí, él nunca se debió ir. No se manejó bien su situación. Yo ya no recuerdo bien lo que pasó, pero fue una mala decisión del Junior”.
“ME CITARON DOS VECES PARA SACAR AL ‘ZURDO’”
En la que sí concluyó airoso Antonio Char ante la hinchada, la prensa y sus compañeros de junta directiva fue en la apuesta de mantener al ‘Zurdo’ López en la dirección técnica, cuando todos pedían su salida.
“Todo el tiempo fue así. A mí me citaron dos veces a reuniones para que se hablara con ‘el Zurdo’ y se diera su salida. Yo fui la primera vez, la segunda no (risas)”, rememora Antonio Char.
“Querían que se encargara a alguien de aquí o a cualquier persona, ya pensando en el otro año. Ni siquiera se creía que ese equipo pudiera llegar a clasificar. Es que estuvimos muy poco tiempo entre los ocho durante el torneo. Siempre que vino ‘el Zurdo’, que casualmente venía cuando yo era presidente, me pasó lo mismo. Siempre querían sacar al ‘Zurdo’”, afirma Char sin sacar pecho por haber acertado en ese 2004.
“Yo no estoy para cobrar nada en ese sentido. ‘El Zurdo’ López trabajó en Junior muchas veces porque fue un gran técnico, independientemente de las opiniones, que son diversas en el fútbol. Por más que él no tuviera un buen ambiente, y en ese momento menos todavía porque ese torneo fue terrible, yo creo que cualquier otra directiva hubiera salido del técnico mucho antes de que llegara la final. Sin embargo, lo pudimos mantener porque confiamos. La verdad es que tenía fe en él, es un tipo que tiene una gran experiencia, que era algo realmente invaluable. Así que no cobré nada, el que cobró fue Omar Pérez después de salir campeón (risas)”.
De las escenas de la celebración de la quinta estrella, Antonio Char recuerda que no pudo conciliar el sueño (“después de una emoción de esas es difícil dormir”) y que su hermano Alejandro Char, el actual alcalde de Barranquilla, lo esperó en el aeropuerto Ernesto Cortissoz (“Siempre se monta en el carro de bomberos”).
