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Jugadores que pueden desempeñarse en la primera línea de volantes o como interiores (dependiendo del módulo) es lo que más le sobra a Junior. Didier Moreno, Harold Rivera (lesionado), Jhon Vélez, Fabián Ángel, Andrés Colorado, Yani Quintero, el prejuvenil Miguel Agámez, Léider Berdugo, Carlos Cantillo, Jesús Díaz y el propio Jordan Barrera (que jugó como interior en la selección Colombia sub-20) hacen parte del onceno de posibilidades para que César Farías eche mano.

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Sin embargo, la cantidad no garantiza calidad, sobre todo para la labor de sacar la pelota limpia desde atrás y elaborar jugadas de ataque.

Tras la salida de Víctor Cantillo, que no pudo mostrar el esplendor de su primera etapa en el equipo, Harold Rivera era el hombre para cumplir esa función, pero solo pudo jugar contra el Deportivo Cali porque se lesionó en ese juego y desapareció de las convocatorias de Farías. Acaba de ser sometido a una “limpieza articular en su rodilla derecha” y “permanecerá bajo supervisión del cuerpo médico por un período estimado de cuatro a seis semanas, antes de iniciar su proceso de readaptación física”, según un comunicado oficial del club.

Ante su ausencia, Farías ubicó a Vélez, Ángel, Colorado, Quintero y Berdugo (este último en un solo juego) al lado de Didier Moreno, que viene siendo, con luces y sombras, el más riguroso titular desde hace varias temporadas.

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Si bien es cierto que hay muchos jóvenes con técnica y potencial que en algún momento pueden desempeñar esa función con acierto, cuando acumulen más partidos y experiencia, en la actualidad no existía, entre tantas opciones, una que asomara la cabeza y despejara todas las dudas.

Ninguno de los que ha recibido la oportunidad, los de más y los de menos minutos, han convencido lo suficiente para apoderarse del puesto como sí lo está haciendo alguien que no estaba en la lista de opciones para ese rol, Yimmi Chará.

El vallecaucano, que  venía siendo enganche o extremo, fue movido a la primera línea de volantes en medio del partido que se perdía 2-0 ante América, en Copa Sudamericana, el jueves anterior. A partir de esa variante, sumada al ingreso del paraguayo Guillermo Paiva, el fútbol de Junior fluyó, se empató 2-2 y casi se le da vuelta al marcador.

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Frente a Millonarios, Farías se atrevió a colocar a Chará junto a Didier nuevamente, ya no como una necesidad coyuntural apremiante, sino con la convicción de que podía ejercer las funciones de marca, salida y ataque desde el pitazo inicial.

Y no defraudó. Chará se lució recuperando y atacando. Fue la figura de la cancha, empero, se abrió el interrogante: ¿debe seguir jugando en esa posición?

EL HERALDO consultó tres opiniones autorizadas: Julio Comesaña, Javier Castell y Carlos Ortega.

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JULIO COMESAÑA

“Yo creo que es coyuntural. Las necesidades del equipo, de pronto, llevaron a Farías a ubicarlo ahí porque Chará es un jugador, en mi concepto, desequilibrante, generador de juego. En los últimos metros, cerca del área contraria, desnivela. Es un jugador que ante defensas cerradas, rompe. Elimina jugadores, tiene remate. Se mantiene bien. Y ha mostrado que también puede, en algún momento de partido, cuando hay una necesidad de ir por más y lo que estás haciendo no alcanza, puede ir en la mitad de la cancha, pero yo diría que tiene que ser con alguien que se quede ahí en la mitad, no alguien que vaya y suba también, como pasaba con Didier.

Junior se encontró con el Millonarios más pobre que yo he visto en años, un equipo parado en la cancha, sin agresividad, sin nada, y lógicamente los jugadores de Junior transitaban con facilidad por la mitad, pero con un equipo que tenga un buen mediocampo y maneje la pelota, Chará no puede atacar todo el tiempo, ni Didier tampoco, tienen que replegarse y recuperar balones, porque si no volvemos a lo de siempre, a que los zagueros de Junior se enfrentan a los rivales sin nadie que les ayude delante de ellos. En ese sentido, el equipo se desprotege mucho cuando ataca. Fue un triunfo amplio en el juego, porque Junior ganó sobrado y merecidamente, simplemente que con un gol que se hace el arquero y con un penal que en mi concepto no existió, pero Junior jugó para hacerle cinco goles a Millonarios. Mereció un triunfo largo.

Tampoco hubo penal contra Leonardo Castro, se zambulló como si fuera una piscina. Claro, cuando cobras un penal de esos, ya estás en deuda con el otro equipo. Yo hacía rato no veía a Junior generar tantas situaciones de gol.

Habría que ver si Junior puede seguir jugando con Chará ahí. Si yo veo que funciona realmente contra rivales fuertes, de local, de visitante, donde sea, yo diría: ‘bueno, la verdad reconozco que sí’, pero a mí no me parece. Cualquier equipo que vea que juegas así, te hace superioridad numérica en la mitad de la cancha, te ponen tres hombres, y si tienen manejo de pelota, te matan. Te agarra Nacional y te mata.

Chará, y más a esta altura de su carrera, es un extremo volante, un jugador que arranca ahí en la zona derecha, se mete adentro, pone a jugar al lateral, pone a jugar a los puntas y desequilibra. Con todo respeto, no digo que sea la verdad absoluta, pero yo lo tengo a él ubicado en esa función. No lo he visto en Junior jugando en esa función, lo veo siempre jugando en otras funciones, lo veo siempre viniendo muy atrás a buscar la pelota, y esos recorridos largos, con un tren inferior corto como tiene él, es complicado”.

JAVIER CASTELL

“Creo que es coyuntural. Sin embargo, la respuesta ha sido altamente positiva. Pero no solamente desde el juego, desde la posibilidad del Junior de tener un jugador que desde atrás toca, acompaña, se suma, sorprende con su cambio de ritmo y tiene calidad a la hora de pasar, también por todo lo generoso que ha sido, por lo menos en estos dos partidos. Chará ha recuperado pelotas como cualquiera, como el mejor recuperador, sin hacer faltas, solamente por su velocidad, por su agresividad en espacios reducidos, le quita la pelota al rival. Hace un esfuerzo realmente notable, así que en ese sentido, y como él ya tiene experiencia en el fútbol, logra ubicarse, generalmente la jugada no lo toma fuera de la posición.

Sin embargo, hay que dejar el espacio abierto para ver si es capaz de sostener eso, si el equipo sostiene la posición de él ahí, porque no solamente es el trabajo que puedan o no hacer Chará y Didier, es que todo el grupo se comprometa en la fase defensiva especialmente para colaborarle y no dejarle todas las tareas a un jugador que evidentemente, por ahora, ha sido improvisado ahí, pero la verdad, la improvisación ha salido bien en estos dos partidos. Habrá que verlo durante más juegos, en otras circunstancias, durante un torneo largo, a ver cuánto resiste él y cuánto le ayuda el funcionamiento del equipo a que él pueda seguir jugando ahí, pero por ahora su nota es muy buena. Tiene un gran espíritu de sacrificio y de eficacia, de eficiencia, no solamente de correr, sino de jugar, darle fútbol al equipo

Independientemente que el rival lo descubra, que intente sacarle provecho a esa nueva posición, lo importante es que Chará no va a reducir la capacidad de lucha. Su estado físico actual es, la verdad, fantástico. Más allá del rival, si los compañeros lo ayudan, se disponen a colaborar, a hacer un equipo intenso, agresivo, juntos, que no le permitan estar mucho tiempo solo a él, va a dar resultado. Si no, no importa que los rivales ni siquiera lo hayan estudiado, el equipo por sí solo va a flaquear ahí en esa zona, pero no solamente por Chará sino porque no hay un funcionamiento colectivo que le ayude.

Puede estar Didier y otros dos volantes de marca, pero si se pierde la pelota rápido, si los demás no colaboran en la recuperación, si no hay una recuperación colectiva y organizada, nada va a funcionar. Hay que estar organizado para ir a recuperar la pelota, puede tener uno, dos o tres volantes de marca, tres volantes mixtos, lo que sea, que se va a ver desequilibrado el equipo. Mientras todos colaboren, el desequilibrio se va a ver mucho menos durante un partido.

Con el paso de los años se va perdiendo alguna explosión, el espacio reducido le cuesta un poquito más. Jugando más metros arriba, generalmente empieza a recibir de espaldas, tiene que jugar a un toque, tiene que pensar más rápido. Arrancando de atrás, va con la cancha de frente, con menos acoso del rival, por lo menos en el primer tramo de su conducción, tiene más panorama, tiene más posibilidades de pase para cualquier lado, va de frente, aparece por sorpresa desde atrás”.

CARLOS ORTEGA DEL RÍO

“Chará fue el que dinamizó el equipo, el que lo sacó del fondo. Es un jugador que tiene mucha capacidad, importante, que sabe jugar fútbol. Donde lo pongas siempre va a tener un buen rendimiento. En este momento está siendo una solución para Junior, para Farías. Genera fútbol. Si no está Chará, tiene que salir con pelotazos largos, y no es la mejor fórmula para todos los partidos, para convertir gol. Chará se ha vuelto un jugador supremamente importante en Junior. Sin Chará, Junior tendría muchas más dificultades de las que tiene. Y está en un buen momento.

Con respecto a la posición, yo creo que es transitorio esto. Él juega más arriba, fíjate que venía hasta la línea de zagueros, inclusive, para sacar al equipo del fondo. Y lo hacía porque encontró un rival que le regalaba espacios también. A mí me gusta de mediapunta, detrás de Bacca. No lo hacía mal, pero él puede jugar por el costado también. Es un jugador interesante.

No lo veo al lado de Didier porque a pesar de que corre y marca, lo veo más andando y generando con la pelota que marcando. Podría andar de volante mixto, pero en un tres, no en un dos. Pero como volante de contención, en un 4-2, no. Eso es transitorio. Hay que ver, hay que ver si eso puede continuar así. Yo creo que llegó ahí por necesidad. Al no tener el técnico otras alternativas, utiliza la experiencia de Chará, la voluntad, la entrega y la capacidad técnico-táctica que tiene. De repente lo pone de lateral y también te juega bien ahí. Hay jugadores que son polifuncionales.

Chará antes explotaba mucho su velocidad y su habilidad con la pelota, pero ahora es un jugador más pensante, me da impresión a mí”.