Uno de los responsables de haber ‘frenado’ el Estatuto Aduanero, que tanto preocupa a los gremios y portuarios de Barranquilla, es un joven afrodescendiente, de 27 años, ingeniero de sistemas, nativo de una de las islas de la que él dice partió la independencia de Cartagena y de Colombia, Bocachica.
Es Jarlewy Castro Hurtado, integrante del Consejo Comunitario de Comunidades Negras de Cartagena, un constante luchador de las causas de los afros isleños.
No es su primera batalla ganada, lleva en su haber una serie de triunfos que, dice, no son para él, sino para su gente.
'¿Que por qué nos metimos a detener el estatuto que modifica la regulación aduanera? Porque a cada rato a los negros, a los afrodescendientes, nos vulneran nuestros derechos. Pasan por encima de nuestras costumbres, de nuestra cultura, de nuestras propiedades y en este caso lo sentimos así', dice.
Castro y su amigo abogado Wilman Herrera Imitola, de la isla vecina de Caño del Oro, decidieron frenar con una tutela ante el Tribunal Superior de Cartagena, lo que se les iba a venir y que, según ellos, afectará a sus comunidades, sus medios de subsistencia y su medio ambiente.
Por eso recurrieron a los tribunales para defender a su gente.
El ingeniero y dirigente isleño dice que el descargue en fondeo pondrá en peligro no sólo el ecosistema, sino los medios que tienen para sobrevivir los lugareños, que en su mayoría se gana la vida pescando.
Agrega que lo que pasó en Santa Marta, con el hundimiento de una barcaza repleta de carbón, es la mejor muestra de lo que le puede ocurrir a sus comunidades con este tipo de operaciones en altamar.
Reclama que para que se realice el cargue o descargue en fondeo frente a sus poblaciones y frente a la bahía de Cartagena, que es de donde proviene el sustento de decenas de familias afro, se debió hacer una consulta previa con las comunidades, como está establecido en la ley que les garantiza sus derechos, y no lo hicieron.
Bocachica y Caño del Oro son las dos comunidades próximas donde se harían el embarque y desembarque de carga y mercancías para llevarlas a los puertos de la ciudad.
'Nosotros defendemos los derechos que nos amparan. No vamos a permitir que las próximas generaciones afrodescendientes de nuestras islas digan que no hicimos nada por defender nuestra cultura, nuestra tradición', expresa. Agrega que la del estatuto ha sido una entre muchas acciones para preservar su hábitat, sus costumbres e historia.
Recuerda que hace poco también tuvieron que actuar, cuando se trató de desconocer la existencia de comunidades negras en la isla de Tierrabomba, y el Gobierno Nacional, a través de la Armada y las Fuerzas Militares, trató de impulsar el proyecto de traslado de la Base Naval de Bocagrande a la isla.