Economía: Mantener el crecimiento, el principal reto
Por: Sandra Rodríguez - Profesora y directora del IEEC de Uninorte.
Como es tradición, al final del año es común ponderar los logros y retos de la economía nacional. En la producción se espera que el país cierre 2013 con una tasa de crecimiento del PIB entre 3,8% y 4%; cifra que si bien está por encima del promedio de América Latina y el Caribe (2,6%), se encuentra muy por debajo de Panamá (7%), Bolivia (5,5%) y Nicaragua (5%).
Sin embargo, el Ministerio de Hacienda registra la disminución de casi 2% de la inflación, una cifra histórica desde 1985. Y según el Dane en el país existen más de 22 millones de personas ocupadas y menos de 2 millones de desocupados.
Estas cifras suelen mirarse de manera optimista dado el contexto de debilitamiento en la demanda global, junto con el menor nivel de los términos de intercambio internacionales y el valor de las ventas externas que ha generado una caída en las exportaciones colombianas. Pero el optimismo del gobierno contrasta con una tasa de subempleo del 32,5%, y un índice de pobreza alrededor del 32% y de pobreza extrema del 10,1%.
En la región Caribe el desempeño económico se encuentra bastante atado a la ejecución de proyectos de gran envergadura. Según el Banco de la República, el desempeño relativamente positivo de la región estuvo motivado por el crecimiento del sector agropecuario, la industria, el comercio interno, el transporte aéreo de pasajeros y de carga y el sistema financiero; lo que choca con la caída en sectores como minería, construcción y turismo.
Asimismo, preocupa la informalidad, que continúa superior al promedio nacional (49,2%), así como la dependencia en los resultados de los proyectos institucionales como la ejecución de la conectividad intrarregional, y la voluntad política para hacer efectivo el Corredor subregional Cartagena-Barranquilla-Santa Marta, entre otros aspectos.
Entre los retos para el 2014, está mantener el crecimiento del producto, con una tasa nacional proyectada de 4,5%. Se espera una mayor inversión pública apoyada por la aplicación del sistema de regalías y por un incremento en los desembolsos para las inversiones en infraestructura.
En el sector externo la expectativa es un mayor dinamismo de la demanda, motivada por el repunte de la economía estadounidense y la zona euro. Y la principal apuesta, sin lugar a dudas, es la reorganización de la actividad económica en el contexto de unos diálogos de paz exitosos. Colombia gasta alrededor de $26 billones al año en el sector defensa y seguridad; si hay paz, será posible reasignar esos recursos que ahora se dedican a la guerra.
Comercio exterior: Falta más acompañamiento a empresarios nacionales
Por Mauricio Ortiz - Profesor de la Escuela de Negocios de Uninorte
Durante este año, el comercio exterior sufrió altos y bajos provocados por la situación política nacional del actual gobierno, más que por los actores de interés que hacen parte de los sectores sensibles al sector.
Los diferentes paros de agricultores, los de transportadores de carga y el crecimiento de las incursiones insurgentes, provocaron la desconfianza de empresarios y compradores internacionales. Pero es de resaltar los Tratados de Libre Comercio y la inversión extranjera directa y de portafolio.
A pesar de la disminución de las exportaciones totales durante el año, el dinamismo de las no tradicionales estuvo beneficiado por la entrada en vigencia de los diferentes TLC.
Respecto a la región Caribe, su desempeño estuvo afectado por la falta de acompañamiento del Gobierno a los empresarios y productores en su estrategia logística y en el desarrollo de la infraestructura adecuada para el transporte multimodal. También afectó el retraso en los procesos de importación y exportación por parte de la Dian, por el número de pasos y requisitos exigidos en los diferentes puertos del Caribe.
Las expectativas para el año del 2014 son más alentadoras, debido al repunte, aunque breve, que se espera de la economía internacional. Los principales retos a nivel nacional se enmarcan en el apoyo que el gobierno les debe brindar a los empresarios colombianos en la búsqueda de nuevos mercados internacionales, y potencializar los TLC vigentes.
El Gobierno debe esforzarse por optimizar las vías terrestres y su interconexión con los diferentes medios de transporte. Asimismo, es de suma importancia estudiar e investigar más a fondo los mercados internacionales para comprender las culturas de los países con los que tendremos nuevos tratados, así como estructurar una política sanitaria y fitosanitaria de acceso a los mercados en general.
No se puede dejar de lado el soporte que se le brinda a las empresas en la obtención de las certificaciones de calidad que les exigen a nivel internacional para la compra de productos importados, lo cual es un requisito insalvable para las empresas colombianas.
El 2014 es un año de elecciones parlamentarias y presidenciales, y en este sentido el gobierno debe propender por llevar la tasa de cambio hacia una devaluación que beneficie a los exportadores de los diferentes sectores económicos. Principalmente debe esforzarse por brindar garantías al país para que se consolide la seguridad en los diferentes escenarios con el objetivo de devolverles la confianza a los inversionistas y empresarios que impulsan el comercio exterior en el país.
Política: Los diálogos de paz: el gran acierto
Por Alexandra García - Profesora del Departamento de Derecho y Ciencia Política de Uninorte
El 2013 fue un año de muchos retos para el presidente Santos. Además de los desafíos propios de la administración de un estado como el colombiano, con sus problemas de seguridad ciudadana y nacional, así como la pobreza que afecta a millones de ciudadanos, el tema social se convirtió en su mayor fuente de tensión.
Las marchas y constantes movilizaciones ciudadanas representaron una nueva modalidad de presión colectiva que el mandatario enfrentó con más desaciertos que aciertos. El país vivió momentos de tensión y temor por parte de la ciudadanía y en varios casos fue patético ver cómo el estado era reducido y controlado por grupos que con atravesar un tronco o quemar unas llantas lograban paralizar toda una dinámica comercial, económica y social.
Sin embargo, un aspecto positivo de este año de gobierno lo constituye el desarrollo de las negociaciones de paz con las Farc. El gobierno ha sabido mantener la calma y visión en momentos que podrían haber desencadenado en un final abrupto del proceso. Tener la claridad para mantener la distancia entre los diálogos y el día a día del país ha sido un acierto.
En términos de las regiones, en particular la Costa Caribe, el gobierno de Santos no ha representado un cambio dramático para su desarrollo. Esta administración ha contado con los beneficios de la ley de regalías que asigna recursos a las regiones y con esto se aumenta el grado de inversión en las mismas, pero esto no ocurre necesariamente por decisión del gobierno central de beneficiar a la costa Caribe.
El 2014 será un año definitivo para el presidente Santos porque, además de definirse su reelección, deberá culminar el proceso de diálogo y dar inicio a uno de los mayores retos que puede tener Colombia después de la independencia: administrar, facilitar y lograr que el postconflicto lleve al país a un escenario de paz y convivencia en el cual predomine la tolerancia, el perdón y la solidaridad. Cambiar estos valores ciudadanos no es cuestión de un día y no es tarea fácil, pero es inmensamente necesaria para el país. No se puede renunciar a esto.