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La alta tasa de informalidad y el bajo porcentaje de la población, especialmente de jóvenes y mujeres, que participa activamente en el mercado laboral son los indicadores que afectan el comportamiento del mercado de trabajo de Barranquilla y su área metropolitana.

Así lo revela el estudio ‘Dinámicas del mercado laboral en Barranquilla y su área metropolitana’, realizado por Fundesarrollo para Barranquilla Cómo Vamos en el cual se hace una caracterización del mercado de trabajo a nivel local.

La investigación enfatiza en que estas dos características deben tenerse en cuenta para futuras intervenciones al mercado laboral por parte de las autoridades, pues 'si en el mediano plazo, la población que no participa decidiera salir a trabajar, presionaría el mercado de trabajo y, de no haber los puestos de trabajo suficientes para absorber la fuerza de trabajo subyacente, se producirían incrementos en la informalidad, el desempleo y la inactividad'.

Si bien el estudio destaca los avances obtenidos en disminución del desempleo, donde la ciudad tiene la tasa de desempleo más baja del país, el aumento de la ocupación, reducción de la informalidad y del subempleo; al igual que los logros en educación y promoción de Barranquilla como ciudad de inversiones, hace énfasis en la necesidad de tomar en cuenta estas conclusiones y tomar acciones al respecto.

Aspectos generales. La investigación adelantada comprende 15 puntos entre los que se destaca que en Barranquilla y su área metropolitana (datos de 2012) hay un menor porcentaje de personas en edad de trabajar (78,7 %) en comparación con el promedio de las 13 áreas metropolitanas que estudia el Dane en su informe del mercado laboral (81,1%). (Ver infografía)

Igualmente hay un menor porcentaje de personas que participan en el mercado laboral (Tasa General de Participación 61% )frente al promedio nacional (67,6%).

Además los jóvenes menores de 25 años representan el mayor porcentaje de personas en edad de trabajar (31,38%) y son los que más figuran como desempleados (48,57 %).

La mayor participación está en la población con edades entre 25 y 40 años, mientras que la informalidad es más acentuada en los mayores de 40 años y menores de 55.

El estudio evidencia que de la población que estaba en edad de trabajar en 2012, solo un 26,05% había realizado estudios superiores o universitarios, en comparación con las 13 áreas metropolitanas del país (28,53%).

Además el 49,79% de quienes participan en el mercado laboral solamente cursaron la secundaria y media. El desempleo y la informalidad son más altos en personas con nivel de educación secundaria y media: 51,27% y 61,38%, respectivamente.

La investigación determina asimismo que quienes pertenecen a los estratos socioeconómicos más bajos tienen mayor posibilidad ser desempleados o informales. Igualmente hay una mayor evasión de la seguridad social en Barranquilla en comparación con las 13 áreas metropolitanas.

La ciudad también presenta una de las tasas de informalidad más altas del país (57,64%), es así como de 776.000 personas ocupadas, 447.000 hicieron parte del mercado laboral informal. Igualmente la mayoría de personas ocupadas son trabajadores por cuenta propia (46,29%).

No obstante el porcentaje de empleados particulares aumentó de 36,45% en 2008 a 39,53% en 2012. Se establece que mayor número de ocupados en la ciudad trabaja en el sector de comercio, hoteles y restaurantes (32,44%).

Un factor preocupante es que las mujeres tienen mayores desventajas en el mercado laboral en Barranquilla y su área metropolitana, con una baja participación laboral, menor tasa de ocupación, alta tasa de desempleo y mayor tasa de informalidad. No obstante, son las menos subempleadas.

Otro factor que contribuye a la baja tasa de desempleo es que en Barranquilla hay un mayor porcentaje de personas inactivas (que no buscan trabajo) en comparación con el promedio de las 13 áreas. Las mujeres son las que más buscan trabajo y se dedican a los oficios del hogar. Los hombres son los que más trabajan, estudian o están incapacitados.

Hay que reducir la informalidad. De acuerdo con Érika Sierra Pérez, investigadora de Fundesarrollo, es necesario que las políticas orientadas reducir la informalidad se focalicen sobre la población no asalariada e informal.

'Debe trabajarse en la formalización empresarial, generando herramientas que permitan agilizar los procesos de formalización y de creación de empresas', señala la investigadora.

Además sostiene que se debe prestar atención al subempleo, sin importar que esté por debajo de las 13 áreas metropolitanas, ya que el subempleo objetivo ha venido aumentando. 'Si los trabajadores no se sienten conformes con sus empleos, en especial con su salario, puede llevar a reducciones de la productividad, inclusive en desempleo voluntario', agrega.

De igual manera se evidencia que casi la mitad de la población que participó en el mercado de trabajo de Barranquilla en 2012 no realizó estudios superiores, lo que se califica como preocupante.

'Este es un aspecto en el que las autoridades públicas deben trabajar fuertemente, debido a que el porcentaje es demasiado alto, a pesar de que en 2012 se produjo una reducción respecto a 2011', señala la investigadora.

Dice que es necesario dirigir más políticas al estímulo, acceso y mejoras de la calidad de la educación superior (educación técnica, tecnológica y universitaria), y hacer uso de las TIC para lograr un sistema educativo flexible y asequible a toda la población; sin sacrificar la calidad.

La situación de la mujer en el mercado laboral local también exige mayor atención y debe ser estudiada pues las mujeres, especialmente las más jóvenes, a la hora de conseguir empleo se encuentran con diversas barreras que no solo dependen de variables individuales como su educación y su experiencia, sino del nivel de absorción del mismo mercado de trabajo.

'No solo se tiene que trabajar en formar a las personas (especialmente en educación superior), sino en estimular la demanda laboral', concluye la investigadora y señala que una medida recomendable sería la aplicación de incentivos a la empresa formal para generación de empleo.