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De las 60 hectáreas de arroz que hace dos años cultivó Jairo Francisco Manjarrez Mendoza, un pequeño productor en el corregimiento de Badillo, al norte de Valledupar; pasó a sembrar para la presente cosecha solo cuatro hectáreas, debido a la caída del precio del grano y los altos costos de los insumos.

El panorama es desalentador para los arroceros que prácticamente se declararon en quiebra, debido a que los industriales bajaron el precio de compra en $200, quedando el kilo en $750, lo que representa pérdidas millonarias.

Una hectárea de arroz genera una inversión de $4.500.000, y una productividad de 5 mil kilos, los cuales al precio que se está comprando, golpea a los productores, en especial si se considera que el Gobierno mantuvo hasta el 31 de diciembre pasado un auxilio de $100 por kilo.

'Yo tenía dos años de no cultivar, tenía un patrimonio de $50 millones y todo lo perdí, ahora le debo al banco', dijo Manjarrez.

Señaló que según van las cosas, tampoco tendrá rentabilidad en esta cosecha. 'Estoy recogiendo arroz, pero con la incertidumbre de un precio bajo', manifestó.

'No tenemos un gobierno que nos respalde en los problemas de la agricultura, yo tenía dos años que no cultivaba y el precio que encuentro es como para volver a caer en la ruina', sostuvo.

El presidente del Comité Agropecuario del Cesar, Dagoberto Poveda, manifestó a su vez que los arroceros están en una situación difícil porque la industria molinera bajó el precio del arroz en $200 y se terminó el auxilio del Gobierno.

Actualmente se están recolectando unas 6.000 hectáreas de arroz en el norte del Cesar y sur de La Guajira, mientras los gremios tratan de lograr que el Ministerio de Agricultura busque una solución a la crisis que están enfrentando y que desmotiva las siembras para este semestre, las cuales se iniciarían en marzo.