Para el año 2050 se espera que la población mundial supere los nueve mil millones de personas (más del 40% de la población mundial actual). Con esto habrá incrementos importantes en la demanda de agua, un insumo fundamental para toda la cadena de suministro agroalimentaria. Con base en las estimaciones de crecimiento poblacional, la producción mundial de alimentos tendrá que aumentar hasta en un 60% para satisfacer la demanda en 30 años.
Es por eso que hoy, en la conmemoración del Día Mundial del Agua, la ONU ha promovido como tema 'Agua y desarrollo sostenible', ante los múltiples problemas relacionados con este recurso y con el propósito de presentar la innovación necesaria para encontrar soluciones para un futuro sostenible.
En últimas, el agua es un recurso que incide directamente en el costo de vida de las personas. Sin embargo, investigaciones de organismos internacionales señalan que las políticas monetarias regulares no son efectivas para controlar la inflación que genera el agua en la economía. Así que la economía ecológica propone la medición de los factores que están intrínsecamente implicados en la demanda y oferta de los recursos naturales para generar medidas de sostenibilidad en los subsistemas.
La agricultura es el mayor consumidor de agua del mundo. De acuerdo con Naciones Unidas, el riego representa el 70% de las extracciones de este recurso. Mientras la producción de alimentos consume aproximadamente el 30% de la energía mundial, que en su mayoría se produce de manera hidráulica.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la extracción hídrica en Colombia es superior a los 11.767 km3, de los cuales más del 50% del total se deriva del sector agrícola. Este es el sector que más agua consume en el país frente a otros como el de energía, doméstico, acuícola, pecuario, industrial y servicios.
'Pocos sectores tienen la relación que el sector agrícola colombiano tiene con los asuntos sociales y ambientales en las zonas rurales del país, y numerosas empresas involucran en sus procesos productivos cadenas de suministro agrícolas, donde se ubica el mayor consumo de agua', menciona Javier Sabogal, Especialista en Economía Verde de WWF-Colombia.
En Colombia, la superficie total cosechada de cultivos con infraestructura para el riego ascendía a 524 mil en 2011, de las cuales los más importantes son el arroz y la caña de azúcar. El café es el producto agrícola con mayor consumo hídrico (22%) aunque la mayor parte se deriva de consumo de aguas pluviales, seguido del maíz (13%), el arroz (12%) y el plátano y la caña de azúcar (11% cada uno).
Para Sabogal, el sector agrícola puede convertirse en el punto de partida para la creación de estrategias de gestión sostenible del agua, que a su vez gestionen los riesgos a los que se encuentran expuestas comunidades, sectores productivos y gobiernos.
'Es el sector que reúne a muchos otros, y puede ser clave como plataforma de relacionamiento entre usuarios, empresas, inversionistas, gobiernos y medio ambiente, para trabajar por conseguir mejores prácticas en relación al agua', comenta Sabogal.
Demanda hídrica en Colombia. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, en el 2000 la demanda hídrica total en Colombia constituía 5.461,5 millones de metros cúbicos, de los cuales un 37% correspondía al consumo urbano.
Para 2015 se estima que solo la demanda a nivel urbano tenga un incremento de 283%.
La mayor demanda hídrica para el área urbana está constituida por el consumo de los habitantes (91,46%), seguido por las actividades de servicios e industria. Al agregar las actividades municipales, el panorama es bastante diferente: el 32% era demandado por los cultivos agrícolas de gran irrigación, el 10% para actividades pecuarias y el 7% para actividades de riego a menos escala. Solo el 34% se movilizaba para consumo urbano.
Humberto Ávila, magíster en Ingeniería del Recurso Hídrico y docente de Uninorte, explica que pese a que Colombia es el séptimo país con disponibilidad de agua en el mundo, presenta debilidades especialmente en la infraestructura de la captación y aprovechamiento del recurso. 'Muchas veces el déficit no se debe a la oferta natural sino a la carencia de infraestructura necesaria para su aprovechamiento'.
En general, buena parte de los municipios y regiones del país cuenta con un buen abastecimiento de agua en concordancia con la disponibilidad del recurso, aunque se estima que a futuro el panorama varíe bastante, en especial en las áreas con mayor poblamiento.
Huella hídrica
La huella hídrica es un concepto que permite hacer visible la relación que existe entre los hábitos de consumo y las actividades de producción de bienes y servicios. Este indicador mide los impactos de las actividades económicas y sociales sobre la disponibilidad de agua, un bien económico que es escaso. Estima tanto la relación directa de consumo para la nación, como el consumo que se deriva de la comercialización internacional. Para el caso colombiano, más de 38 mil millones de m3 de agua al año es la huella hídrica del sector agrícola colombiano, de los cuales más de 8.700 millones pertenece al flujo de agua virtual estimado desde el país al mundo por exportación de productos agrícolas. Colombia fue el primer país del continente en trabajar este concepto con empresas. De acuerdo con Diego Arevalo, director regional de Good Stuff International y del Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia, 'la huella hídrica permite diferenciar el tipo de agua que consume cada cultivo, mostrando que lo importante no es cuánto consuma, sino cuál es su origen'. Es mucho más delicado un cultivo que consume mucha agua proveniente de riego, que uno que lo hace de la lluvia.