Simultáneamente con el aumento de la construcción de edificaciones destinadas a vivienda en la ciudad creció el número de problemas entre vecinos de conjuntos residenciales y condominios, a tal punto, que en lo que va de este año y el 2014 suman 6.900 las querellas y contravenciones atendidas en las inspecciones de Policía de la ciudad por este tema.
Entre 2012 y 2013 se registraron 6.610 querellas según datos de la Corporación Lonja de Administración de Propiedad Horizontal de Colombia, seccional Atlántico.
La presidenta de la Lonja, Silvia Padilla, afirma que las principales causas de los enfrentamientos entre vecinos son los ruidos, humos, malos olores, basuras, mascotas, manejo de áreas comunes e irrespeto a mujeres o niños.
'En la propiedad horizontal estamos observando casos de matoneo y hay edificios que se han convertido en un campo de batalla', dijo Padilla. Adicionalmente, señala que se ha presentado discriminación por diversidad sexual, a mujeres cabeza de hogar y por las creencias religiosas.
La presidenta de la Lonja, organismo que ayuda a conciliar en situaciones como esta, asegura que ha encontrado edificios donde las asambleas de propietarios se convierten en escenarios de peleas y discusiones.
Añade que las diferencias se evidencian en todos los estratos sociales, tanto en altos como bajos, y que las causas de los problemas son básicamente las mismas.
Actualizar la ley. Las soluciones a los problemas relacionados con la convivencia en propiedad horizontal se enmarcan en las disposiciones contempladas en la Ley 675 de 2001, que fue diseñada con el fin de garantizar la seguridad y la convivencia pacífica en los inmuebles con esta característica, así como la función social de la propiedad.
Sin embargo, Padilla asegura que 'esta legislación se ha quedado corta', ante las situaciones que se presentan, por lo que el gremio a nivel nacional espera que haya una actualización de esta normatividad.
Cómo proceder ante los problemas. El rol del administrador de edificios es fundamental para dirimir los conflictos entre vecinos y debe ser él la primera instancia a recurrir, especialmente cuando se trata de edificaciones de uso residencial.
La junta directiva o el comité de convivencia del conjunto también pueden ser de ayuda para resolver conflictos.
Cuando no es posible encontrar solución es necesario que se presente una queja o denuncia ante la inspección de Policía o la misma estación de Policía del sector, donde las partes podrán llegar a una acuerdo. Allí también pueden establecer sanciones y multas cuando haya lugar.
Falta conocimiento. La presidenta de la Lonja asegura que resulta preocupante la alta incidencia de hechos conflictivos en las comunidades y vecindades de Barranquilla porque este es un indicativo del desconocimiento de las normas de urbanidad, de los derechos y deberes ciudadanos contemplados en la Constitución, el Código de Policía y los estatutos de las comunidades residenciales.
Agrega que 'urge realizar campañas masivas pedagógicas sobre estos manuales de conducta que animen a las personas a vivir en comunidad'.
El director de proyectos especiales de la Fundación Prosperar, José Felipe Mesa, señala que una explicación para estas situaciones está en el hecho de que en la ciudad se están presentando movimientos de población, donde una comunidad que habita en un barrio pasa a vivir en un solo edificio. Por ello enfatiza en la importancia de la actuación de los administradores de edificios y de su formación para atender cualquier enfrentamiento y darle pronta solución. Al igual que hacer cumplir los estatutos de los edificios y conjuntos.
Como un espacio para formación de los administradores la Lonja y la Fundación Prosperar realizan la primera Feria y encuentro de propiedad horizontal, el próximo 5 de junio en el hotel Dann Carlton.
Predominan apartamentos
De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Dane, en el primer trimestre del año en el Atlántico fueron aprobados 99 mil metros cuadrados para Vivienda de Interés Social (VIS), de los cuales 41 mil m2 eran para casas, y 58 mil m2, para apartamentos. En el segmento de vivienda diferente a VIS fueron aprobados 258 mil m2, donde 35 mil m2 corresponden a casas, y 223 mil m2, a apartamentos. Estas cifras evidencian la mayor participación que tienen los apartamentos como destino de vivienda en la ciudad.