Todos coinciden en que si se quiere que un negocio marche sobre ruedas, hay que ser organizado y disciplinado con la administración de las ganancias. La tentación al despilfarro es latente por el ingreso constante, especialmente si se es taxista, pues las utilidades pueden superar los $1,6 millones al mes.
Sin embargo, administrar este negocio no es tan fácil como parece. Hay altas inversiones iniciales que se deben hacer, además de los costos adicionales del trabajo diario.
A esto se suman los retos que enfrenta el sector. A diferencia de lo que se cree, no se trata del transporte ilegal ni las nuevas plataformas de servicios, sino de ellos mismos: taxistas y dueños de taxis.
En +Negocios (+n) analizamos cuáles son los principales problemas que aquejan al sector y por qué, pese a ellos, resulta un buen negocio tener un taxi en Colombia.
QUÉ GOLPEÓ EL MERCADO. 'Tener un taxi es un buen negocio. Durante mucho tiempo lo ha sido. El problema está en que los propietarios han descuidado el mercado, dan el vehículo a quien cumpla el producido y descuidan el servicio. Los usuarios están mirando nuevas ofertas', dijo Hugo Ospina, presidente de la Asociación de Propietarios y Conductores de Taxi, Asoproctax.
Con 32 años en el oficio, Ospina conoce de cerca los pros y contras de tener un taxi, las debilidades del sector y trabaja por los intereses del gremio en el país.
'Empecé a manejar taxi en 1983 por herencia de mi padre, quien fue taxista. Desde 2002 cogí el radioteléfono, reuní la gente y creamos Asoproctax, y desde ahí hemos venido luchando', agregó Ospina, enfatizando en que 'muchos de los nuevos taxistas han generado que se haya perdido la confianza que tenían las personas hacia nosotros. Eso se evidencia con el trato que nos brindan', contó.
En el territorio nacional, la satisfacción de los usuarios ha disminuido en los últimos tres años. Según la Red de Ciudades Cómo Vamos, organismo que mide la percepción ciudadana, en 2014, 72% de las personas encuestadas se sintieron satisfechos con el servicio prestado por los taxis, frente a 83% en 3013.
Según Barranquilla Cómo Vamos, en la capital del Atlántico disminuyó en general la satisfacción de los usuarios con el servicio prestado. La satisfacción bajó más de 13 puntos porcentuales: en cuanto al total de usuarios, pasó de 83% en 2014 a 70% en 2015, mientras que en usuarios de alta movilidad pasó de 75% en 2014 a 61% de satisfacción en 2015.
La situación preocupa porque son las empresas de taxis las que rinden cuentas ante el Estado, pero en la mayoría de las veces, las empresas no seleccionan a los conductores. 'Muchos taxistas ven en el oficio una alternativa para salir del desempleo. Algunos desarrollan la actividad con amor y compromiso, pero otros laboran sin la debida presentación.
Por ejemplo, en la costa los conductores trabajan en chancletas, camisillas, tienen descuidado los carros y no han entendido que la razón de ser son los usuarios de este servicio. Sin los usuarios el negocio de los taxis no existiría', añadió Ospina.

LAS NUEVAS PLATAFORMAS. Hay quienes aseguran que el gremio de taxista presiona para que nuevos prestadores del servicio no entren al mercado y les resten terreno.
Esto se debe a que con la llegada de nuevas tecnologías, ha crecido la competencia y los taxistas han planteado que es difícil que una nueva empresa entre al mercado si esta tiene unos precios por encima de los establecidos. De lado se ha dejado la visión sobre los bienes y servicios tradicionales.
Plataformas conocidas como Easy Taxi y Uber entraron al mercado colombiano con estrategias diferentes: le apostaron al buen servicio y la calidad, con precios altos que no impidieron que los usuarios los prefirieran.
El taxista promedio colombiano perdió competitividad, porque estaba acostumbrado a un servicio mediocre y las personas, usuarios constantes, estuvieron dispuestas a pagar un mayor costo por un servicio de mejor calidad. Esto evidencia que el mercado tradicional de taxis cambió.
Por un lado los taxistas acuden a la normatividad de transporte individual de pasajeros para apelar que está prohibido cualquier modelo distinto al tradicional para prestar dicho servicio.
No obstante, los voceros de Uber insisten en que el servicio especial de transporte no está vetado para proveer a la ciudadanía una solución diferencial, de calidad, que se paga de manera virtual con tarjeta de crédito y que responde a las críticas que la ciudadanía hace del sistema de taxis.
Sin entrar en discusiones editoriales, de si es permitido o no el modelo, queda claro que los colombianos venían reclamando mejor calidad en el servicio prestado por los taxistas. Ahora bien, no existe una normatividad que avale que el taxista presta un buen servicio, ni tampoco una que prohíba las nuevas tecnologías en el servicio de transporte.
En recientes pronunciamientos, la ministra de Transporte, Natalia Abello, se comprometió a tener la reglamentación en los próximos 150 días, lo que indica que para final de este año se habrá resuelto el tema normativo.

EL OFICIO DE CONDUCIR. Con este panorama, ¿qué es lo atractivo del negocio de los taxis en Colombia? Para Uldarico Peña, gerente de Taxis Libres, la empresa más grande de taxis del país, ‘los amarillos’ son un buen negocio si se sabe administrar y aconseja que un aspecto clave es el cumplimiento de metas de ingresos diarios. 'Al ponerse tipos de metas ya conoce cuál sería el horario a cumplir. Si son días malos, sabe que tiene que trabajar un poquito más para conseguir tener su utilidad esperada', sugirió Peña.
Este aspecto de los ingresos es fundamental para cubrir los gastos en que se incurrieron para ingresar en el negocio. En las principales ciudades del país, donde está establecido el derecho de reposición o cupo (como se conoce popularmente), la compra de un taxi puede variar entre $60 millones y $95 millones. 'Si quiere ser dueño de taxi, y no tiene experiencia y ningún carro inscrito, no solo debe pensar en el valor del nuevo vehículo que varía entre $30 millones y $35 millones, también debe contar con los derechos de reposición.
Este último depende de la ciudad donde opera y varían entre $30 millones y $65 millones', explicó.
Por ley, el aumento del parque automotor de taxis no está permitido, así que los nuevos dueños de taxis deben aplicar al derecho de reposición. Es decir que, para poder comprar un carro nuevo, la persona debe conseguir un carro viejo para chatarrizar y que ese permiso del carro antiguo le quede al nuevo.
El precio de esos derechos varía de una ciudad a otra, incluso entre los municipios de un mismo departamento, moviéndose en un mercado no regulado, por lo que los precios tienden a grandes variaciones sin ningún sentido.
'Los derechos de reposición deberían de cambiar. La normativa se ha prestado para abusos por parte de los que ahora se dedican solo al negocio de la reposición. Un carro viejo que vale entre $3 millones y $5 millones, hoy puede valer más que el carro nuevo y hasta el doble', dijo el gerente de taxis. Agrega que, como todo negocio bien administrado, el tener un taxi propio aún es un buen negocio; su administración se debe asemejar a la de una empresa. Si maneja el dinero como si fuera plata de bolsillo, probablemente no va a lograr sus objetivos y no va a tener ni siquiera para el mantenimiento del carro y mucho menos para la cuota del crédito.
El taxi tiene una serie de gastos fijos mensuales: gasolina, garaje, aceite, mantenimiento, lavado, mensualidad de afiliación a una empresa autorizada, entre otros, que son vistos como costos variables porque lo que varía es la precisión de su pago, como lo puede ser el arriendo de un local.
'Si saca la plata del bolsillo y va y se la gasta con los amigos, no va a lograr nada. En Bogotá, si trabaja en los horarios en donde se mueve el trabajo y lo hace a conciencia, como en las horas pico, puede pagar su taxi y tener utilidad hasta de $2 millones mensuales', aseguró Peña.
En este sentido, para Hugo Ospina, llegar a esas metas de ingresos requiere trabajar en la recuperación de la confianza del usuario hacia el conductor del taxi. 'El taxista da su vida por colaborar con la ciudadanía. Cuando inicié me llamaban para hacer envíos de grandes sumas dinero, también los pasajeros han olvidado sus pertenencias y las hemos regresado, incluso han regresado plata, ayudamos a recuperar carros, servimos de ambulancia y hemos visto dar a luz, y la mayoría de las veces, servimos hasta de paño de lágrimas de nuestros pasajeros', expresó Ospina.
Según el Registro Único Nacional de Transito, Runt, en el país circulan aproximadamente 480.000 vehículos taxis. Por cada mil habitantes del territorio nacional, existen 11 taxis a disposición. Cabe resaltar que no todas las ciudades tienen la misma demanda de transporte, por lo que se debe analizar con cuidado cada problemática.

Los gastos de un taxista. Para los conductores que no son dueños de taxis, el primer costo fijo es la tarifa diaria del carro, que en promedio son $60.000.
Además, se debe pensar en el combustible, ahorro y lavado del carro, que suman alrededor de $110.000. Para su rentabilidad, el conductor debe recoger entre $130 mil o $150 mil diarios.