Desde que empezó la crisis financiera de las plantas termoeléctricas y aumentaron los rumores sobre un posible apagón, se han escuchado voces como las de la Contraloría y la Procuraduría General de la Nación que cuestionan el uso de los recursos que pagaron los colombianos a través del Cargo por Confiabilidad (CxC) que debían garantizar la operación del parque generador durante temporadas de sequía.
A esto se suma que los aumentos que anunció el Ministerio de Minas y Energía para asumir costos adicionales de las plantas, ha causado un malestar general entre los colombianos y los empresarios. Las partes piden a las autoridades como la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) que expliquen si el uso de los recursos ha sido eficiente y se han invertido de forma correcta.
EL HERALDO conversó con Jorge Pinto, director ejecutivo de la Creg, quien respondió estas y otras dudas sobre cómo opera el CxC. El directivo al ser consultado sobre el cambio propuesto por los empresarios costeños en la fórmula para actualizar el precio del gas en los contratos de largo plazo prefirió no pronunciarse y dijo que es algo que está en manos del Minminas.
¿Cuando la regulación dice que el Cargo garantiza la operación de estas plantas se crea la pregunta de qué tipo de costos se remunera. Algunas empresas utilizaron este dinero para pagar la nómina, es decir, gastos de funcionamiento de empresa que son privadas. ¿Es correcto que eso pase sin son recursos públicos?
Yo creo que esa no es una discusión a lugar, porque el cargo no está diseñado 'tú dime en qué te gastas la plata y yo miro si la puedes utilizar en estas cosas y estas no'. Le pongo un ejemplo: yo voy a comprar un servicio, el que sea, y yo le pago un dinero al que me lo vende. Yo no le pregunto en qué se gasta el dinero, si es para salario, materia prima, impuestos. Yo solo le pago por el servicio. En ese sentido hay que tomar el cargo.
Pero es un dinero que sale del bolsillo de los colombianos con una finalidad clara. En medio de esta crisis, ¿no vale la pena cuestionar si se usaron de forma eficiente?
Claro, pero lo estamos mirando desde dos ópticas diferentes. El Cargo por Confiabilidad no es un impuesto, ni es un dinero captado que va al Presupuesto Nacional y luego se asigna. No es un recurso público, es un pago que hace parte de la tarifa. Allí se incluye todo: el valor de los activos, la remuneración de los activos, los costos variables, la parte de la administración, la parte comercial, en fin. Tú pagas una tarifa y el CxC forma parte de esa tarifa. Otra cosa es que uno diga si el cobro es alto, bajo o si no se debería pagar. En eso hay muchas opiniones y los debates deben ser abiertos y francos, y se deben abrir.
Como este tema que afecta el bolsillo de los colombianos, hasta la Procuraduría y Contraloría están haciendo cuestionamientos.
En eso no hay ningún problema. Ellos hacen su trabajo y nosotros el nuestro. La idea de este cargo es remunerar a las empresas para que puedan prestar el servicio, ese es nuestro trabajo, hacer una remuneración. En ese sentido, cada cual hace su trabajo y cada quien en lo suyo. Ellos harán las preguntas y nosotros les contestaremos.
¿Cómo funciona la remuneración del Cargo?
Antes de existir el CxC, existía el Cargo por Capacidad, que solo remuneraba la parte de capacidad, es decir, prestar el servicio en época de verano. En 2006 se cambió por el CxC que, además, creó otra figura para plantas nuevas en las que se hace una subasta. La manera de atraer esa nueva inversión es decirle al nuevo que llegue que se le va a reconocer el cargo por 20 años. Entonces, a las plantas que entran mediante esa figura, garantizando esa energía en verano, se les reconoce sobre esa energía en firme. Hay un reconocimiento anual que se hace para las plantas que llevan más de 20 años operando.
¿Cómo se calcula el cargo y qué elementos tiene en cuenta para establecerse?
Actualmente se hace mediante una subasta en la que hay unos precios de referencia basados en costos históricos. Las empresas ofertan y las que sean las más económicas se los ganan. Por ejemplo, necesitamos 10 unidades de capacidad. Entonces, la más barata entra, luego la segunda, la tercera… Cuando se completan 10, ese es el precio que se les reconoce. Es como una subasta y todo lo que esté por encima de eso, se queda por fuera de la subasta.
¿La Creg ha conversado con el Ministerio de Minas y Energía sobre la posibilidad de revisar cómo funciona el CxC? Parece que en esta época de El Niño los recursos no fueron suficientes.
Yo no diría eso. La capacidad instalada está, lo que ha creado esta discusión es porque el Ministerio y la Creg tuvieron que introducir una pequeña alza en la tarifa para cubrir un déficit en el pago a ciertos generadores con líquidos ($1,1 billones). Pero ya que se presenta el tema, hay que aclarar lo siguiente: se está creando la sensación de que la gente está pagando más de lo que debería y esa es una verdad a medias, que tiene una contraparte.
¿Qué contraparte?
El hecho de que haya caído el precio de escasez, una fórmula que viene de mucho tiempo atrás. 95% del tiempo, ese precio está en $450 por kilovatio hora, pero en este momento está en $302. ¿Eso qué significa? Que la diferencia de $150 la estaríamos pagando en la tarifa. Esto significó un ahorro para todos los usuarios en general, porque estamos pagando $150 menos de precio de escasez, respecto a lo que normalmente tendríamos que pagar. Entonces, uno diría: por un lado me ahorré $150, pero por otro lado tengo que pagar $7, así que eso no me gusta y me quejo. Es decir, me quejo por lo que me sale caro, pero no por lo que me sale más barato. Yo creo que estamos viendo solo una cara de la moneda, pero hay que ver la cara completa.
Lo que ocurre es que la gente no siente esa caída. En la Costa, por ejemplo, Electricaribe aumentó 7,5% en noviembre, a lo que se sumó el 1,5% que anunció el Gobierno.
Esos incrementos tienen otros motivos relacionados con las tarifas y la prestación del servicio. Centrémonos en esto: lo de los $150. Si el precio de escasez hubiese sido $450 cuando se activó, estaríamos pagando mucho más, pero eso no lo vemos. Hoy nos estamos ahorrando un dinero y estamos furiosos porque nos están cobrando $7 de más, cuando en la práctica eso hubiese sido mucho más. Con todo respeto, como decían los exministros, esta es una discusión bizantina, porque estamos preocupados por los $7 cuando deberíamos estar preocupados porque tenemos un Niño que se nos viene de cinco meses y nuestro principal objetivo es llegar al otro lado del Niño.
¿La regulación del CxC permite en algún punto que haya un mecanismo de ahorro con lo que pagamos los colombianos y que esa plata se pueda usar en el futuro para cubrir déficits?
Se puede plantear. Lo que pasa es que la Ley no se mete en los detalles, solo dice que se deben crear los mecanismos para que se cubran eventos. Lo que es el detalle lo hace la regulación. Sí se puede mirar un cargo que sea dual y una parte vaya a un fondo de ahorro. Es un debate que se puede abrir.
Se ha criticado que el Fuel Oil 6 se use como referente, porque es mucho más barato que el diésel que usan las plantas. Esto ha causado el déficit actual. ¿Por qué no se revisó antes?
Lo que ocurría en su momento es que los combustibles tenían un comportamiento constante. Se tomó ese porque había que tomar alguno como referencia, pero se pudo haber tomado otro. En su momento, los reguladores pensaron que la tendencia histórica se mantendría en el tiempo. La pregunta es muy válida. La verdad, yo no estaba en su momento, pero la manera en que lo entiendo es que los comportamientos eran similares y había que poner un referente X y se consideró que ese era el más fácil.
Hoy que se recomienda revisarlo, ¿cuál es su postura?
En este momento es inadecuado porque si yo cogiera el Fuel Oil 2 (diésel) abruptamente y lo metiera en la fórmula, en lugar de darme $300, me daría $450 el precio de escasez. Entonces, en lugar de cobrarle $7, cobraría $20 más en la factura. No es conveniente revisarlo en este momento, ya estamos casados con esa fórmula y los usuarios han resultado beneficiados.
En resumen, pese a las críticas y cuestionamientos, ¿usted cree que la regulación ha sido eficiente y se está atendiendo esta coyuntura como se debe?
En términos generales, yo diría que sí. Lo que planteo y pienso que es el deber principal del regulador es hacer las reglas para que los eventos y situaciones sean cubiertos.
El nuevo aumento que se anunció, ¿qué vigencia tendrá?, ¿se va a desmontar cuando acabe El Niño o tendremos un nuevo 4X1.000?
La duración máxima es 36 meses, pero puede ser menos dependiendo de El Niño y si fue menos crítico de lo que se pensaba y empieza a llover antes. Además, esto no es un impuesto, es un pago y está calculado en función de unos gastos adicionales. Entonces, si estos señores deben generar durante todo este periodo de tiempo, si eso significa un diferencial entre $300 y $450, está calculado que durará 36 meses. Pero, tal y como habla el Ideam, se escuchan unas alarmas muy fuertes y me temo que vamos a tener que llegar a los 36 meses, pero no hay que dar falsas expectativas.