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Según la encuesta de Desarrollo e Innovación Tecnológica (EDIT) del Dane, en Colombia solo el 0,1% de las empresas industriales se clasificaron como innovadoras durante el período 2013-2014, mientras más de 76 % se clasificaron como no innovadoras. Los resultados no son un fenómeno aislado en América Latina; cifras del Banco Mundial indican que las empresas de la región tienen 20% menos probabilidad de haber introducido un nuevo producto que en el mercado mundial.

La situación no deja de ser preocupante en el contexto actual, donde la innovación es uno de los impulsos principales de la competitividad y una de las variables más importantes para el crecimiento económico sostenible de un país.

Sin duda, la innovación puede ayudar a descubrir qué oportunidades existen ahora, o es probable que surjan en el futuro. Así, es importante que una nación incentive y analice continuamente la actividad innovadora de las empresas para garantiza el crecimiento económico.

Innovación en Colombia

De acuerdo con el Dane, entre los períodos 2011-2012 y 2013-2014, el número de empresas innovadoras, es decir, que introdujeron al menos un bien o servicio nuevo o significativamente mejorado en el mercado internacional, disminuyó 55,6% (pasó de 18 a 8 empresas). Para las empresas innovadoras en sentido amplio, o que innovan en el mercado nacional, la caída fue de un 15,9% y para las potencialmente innovadoras se presentó una disminución de 6,7%. Por su parte, el número de empresas no innovadoras se incrementó 5,6%, el equivalente a 335 empresas entre los dos períodos.

El número de innovaciones de producto, o nuevos bienes al mercado, introducidas por las empresas industriales, también se vio disminuido en un 54,4%, y las de bienes mejorados significativamente bajaron 43,9%. Finalmente, el número de innovaciones en bienes nuevos para el mercado internacional, o radicales, fue la que más disminuyó con 66,7%.

Jorge Bris, director de Investigación de Ingenierías de Uninorte, señala que esto se debe a que Colombia no está insertada en los mercados altamente competitivos como el de la electrónica o los dispositivos médicos, donde si no hay innovación se pierde la competitividad en el mercado. 'Somos consumidores pero no fabricantes de productos de alta tecnología', agrega.

Barreras en las empresas

Entre los principales obstáculos analizados por el Dane para la innovación de las empresas, la escasez de recursos propios es calificada con importancia 'alta' por el 26,0% de las empresas innovadoras y por el 43,3% de las empresas que no innovaron; un 20,5% considera muy importante la incertidumbre frente a la demanda de bienes y servicios innovadores así como la incertidumbre frente al éxito en la ejecución técnica del proyecto, con 15,2%.

De acuerdo con Camilo Mejía, profesor de la Escuela de Negocios de Uninorte, esto está asociado a que la principal barrera a la innovación reside en la mentalidad empresarial, en seguir trabajando bajo un mismo paradigma, que muchas veces no permite generar opciones que generen mejores resultados.

'Las empresas innovadoras exitosas se han salido del molde, han roto el paradigma tradicional y en eso radica su éxito. Pero eso debe ser una cultura de la innovación. No sirve hacerlo una sola vez, debe ser un hábito, una costumbre, un valor empresarial, parte de la cultura organizacional', dijo Mejía.

María José Vengoechea, directora de la Cámara de Comercio de Barranquilla, considera que más que desconfianza, hay desconocimiento por parte de las empresas sobre los proyectos de cooperación para el desarrollo de innovaciones.

'Cuando los empresarios inician y desarrollan proyectos en conjunto con universidades, socios comerciales, aliados, etc. y experimentan estos tipos de procesos, se dan cuenta que es una excelente opción para hacer innovación', comenta.

Estrategias clave

Los principales retos de la política nacional de impulso a la innovación parecen estar relacionados con características como la información, la confianza en sí mismo y la creación de un entorno favorable a la iniciativa empresarial innovadora.

Bris señala que Colombia debe seguir generando mecanismos de financiación que favorezcan proyectos de alto riesgo, así como generar incentivos tributarios para atraer empresas 'anclas' de alta tecnología, definir líneas estratégicas de desarrollo en las regiones que generen alianzas empresariales y estructurar ecosistemas de innovación alrededor de estas empresas 'anclas'. La clave está en la construcción de enlaces efectivos que permitan contribuir a la generación de confianza y relaciones duraderas entre los actores.

Cultura innovadora

Una de las estrategias cruciales para mejorar la innovación en el Atlántico es generar una cultura innovadora en las empresas de la región para que logren superar las barreras que implican mejorar su proceso productivo e insertarse en el mercado. La Gobernación del Atlántico, con el apoyo de la Universidad del Norte, inició el programa de 'Gestión de Innovación Empresarial' con 109 empresas de logística y agroindustria para generar proyectos de innovación.

Por otra parte, se están desarrollando iniciativas como las OTRIs, promovidas por Colciencias y de donde nace CienTech, que apuntan precisamente a generar valor a partir de la creación de este tipo de vínculos, enfocados en las necesidades del sector empresarial, así como en el fortalecimiento de capacidades del sector académico. Así se logra el desarrollo de proyectos conjuntos que generan no solo un valor económico, sino un impacto en la sociedad, según Alejandra Díaz Granados, directora de CienTech.